Les Ballets Trockadero de Monte Carlo, o cómo combinar danza clásica y humor

Temas: Ballet, Danza, Drag, Madrid

La histórica compañía estadounidense Les Ballets Trockadero fue creada en 1974 por un grupo de entusiastas de la danza con el propósito de presentar una visión lúdica y entretenida del ballet clásico tradicional en forma de parodia y travestismo.

Su nuevo montaje cierra el Festival de Artes Escénicas en este recinto, y se representará hasta el 21 de mayo.

Les Ballets Trockadero de Monte Carlo, cariñosamente conocidos como los Trocks, nacieron en una sala off-off de Broadway, fruto del amor por la danza de artistas de primer nivel que se divertían interpretando los ballets tradicionales “en travesti”.

Los Trocks conquistaron pronto a público de todos los países, no solo por su humor y su diversidad, también por su profundidad artística y tremendo amor por la danza clásica.

 

Este nuevo espectáculo lo forman el segundo acto de El lago de los cisnes de Tchaikovsky, Go for Barocco, con música de Bach, y La noche de Walpurgis, de Charles Gounod, además de una simpática parodia de la muerte del cisne.

En la compañía trabajan tres bailarines españoles: Kevin García (Gran Canaria), desde 2017, y Félix Molinero del Paso (Granada) y Salvador Saso Sellart (Lleida), que se incorporaron en 2019. El trío promocionó el espectáculo dando un paseo por Madrid caracterizados como bailarinas, ante el asombro de los viandantes.

Cada bailarín interpreta un doble papel, como personaje de la obra que se representa y como bailarín de la compañía que lo ejecuta. En el caso de los españoles, García es Elvira Khababgallina, votada como «la chica con más posibilidades», el vivo ejemplo de que una chica común y trabajadora puede llegar a lo más alto. Nuestra simpática bailarina buscaba trabajo cuando el Trockadero la encontró. Su brillante técnica le ha granjeado el cariño de varios aficionados, así como de algunos tramoyistas. Su lema es «una sonrisa es mejor que el talento». Su apodo es…, bueno, no importa demasiado.

Molinero del Paso se mete en la piel de Holly Dey-Abroad. Esta señorita carece del talento y la inteligencia que se requieren para ser buena bailarina, y no comprendió que estas son a menudo las mismas cualidades necesarias para reconocer que uno no es bueno bailando, y si uno carece de ellas, sigue ignorando que no es bueno bailando. Por eso mismo se presentó a la audición de los Trocks… y fue aceptada.

Por su parte, Saso es Grunya Protazova, el eslabón perdido entre los crustáceos de la antigua escuela rusa y los anfibios más modernos que ahora bailan. Antes de incorporarse al Trockadero, Grunya fue la bailarina principal de Sea World, donde su famoso solo autobiográfico Danza de las órdenes inferiores hizo llorar a varios biólogos marinos.

Un talentoso elenco de quince bailarines internacionales dan vida a los divertidos personajes que mueven la acción de la obra, dirigida por Tory Dobrin.

La función, que se representará hasta el 21 de mayo, reivindica una visión cariñosa, irónica e inteligente de los estereotipos del ballet clásico femenino: los tutús, los zapatos de punta, la delicadeza de la clásica ballerina y, por supuesto, los accidentes más comunes y la histeria de las técnicas más rocambolescas a través del drag.