No dejan de llegar buenas noticia desde Estados Unidos. Si hace unos días el Tribunal Supremo decidía legalizar el matrimonio igualitario en todo el país, ahora son los Boy Scouts quienes han levantado el veto que impedía a los homosexuales adultos trabajar o colaborar con ellos.
La entidad, seguramente la asociación juvenil más famosa del mundo, contaba con una política excluyente que ha sido erradicada en su último comité ejecutivo. Y todo gracias a una votación donde la amplia mayoría de los participantes (un 79%) decidían levantar la discriminatoria prohibición. El proceso se inició después de que el presidente de la organización, Robert Gates, expusiera el pasado mes de mayo que la situación no se podía sostener más. Los Boy Scouts debían “ajustarse al mundo tal y como es”.
No obstante, todavía quedan pasos por dar hacia la igualdad. Para no perder la financiación del sector más conservador, sub-organizaciones religiosas podrán continuar “eligiendo a líderes cuyas creencias sean coincidentes con las suyas”. Por lo tanto, mormones, baptistas o musulmanes seguirán teniendo un amplio poder de decisión y por lo tanto, de discriminación hacia el colectivo gay.
Hace solo dos años que los jóvenes gays pueden participar, opción que ahora se extiende a los adultos. Más de 100 años de vida, 2’7 millones de miembros y un millón de voluntarios podrán ver cómo aumentan estas cifras sin que haya ningún tipo de veto. Estamos de enhorabuena.
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