Como muchos ya sabréis, en el Reino Unido (a excepción de Irlanda del Norte) se prohibe donar sangre a los hombres homosexuales y bisexuales. En realidad, y para ser exactos, sí podrían donar sangre solo en el caso de que lleven al menos un año sin mantener relaciones sexuales con otros hombres…
Sí, esta es una de las muchas leyes absurdas que no tienen cabida en pleno siglo XXI.
El Parlamento escocés debatirá hoy la necesidad de mantener activa dicha ley. Rosa Mackay, del Partido Nacional Escocés, ha presentado una moción en contra de esta prohibición. “Es hora de terminar con esta ley arcaica contra los hombres gays y bisexuales, y demostrar otra vez que este Parlamento es un faro de justicia e igualdad para el mundo”.
Lo cierto es que la ley no es solo homófoba, sino que la coherencia en ella brilla por su ausencia:
- Resulta muy aleatorio dar por hecho que las relaciones homosexuales implican sexo sin preservativo, cuando por desgracia, la falta de concienciación general en cuanto a las E.T.S. afecta por igual tanto a homosexuales como heterosexuales. Es decir, el hecho de permitir donar sangre solo a heterosexuales no garantiza que estos hayan utilizado preservativo siempre.
- Dicha prohibición solo impide a donar sangre a los hombres que han mantenido relaciones homosexuales en el último año. Si consideráramos cierta la premisa de que los gays practican siempre sexo sin condón (de ahí la prohibición), antes de ese año de abstinencia, ¿no habrían practicado también sexo sin preservativo? (Pregunta al aire: ¿cómo se conseguirán los certificados de abstinencia).
- A pesar de esta norma descabellada, los gays no encuentran ninguna traba a la hora de donar células madre, médula o incluso órganos. ¿Qué sentido tiene esto?
Sea como fuere, durante la jornada de hoy simplemente tratará de llegarse a un acuerdo, pero la última palabra la tiene el Gobierno escocés. Desde Shangay esperamos que entren en razón.
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