Ly Raine comenzó utilizando el rap como vía de escape artística para todas sus inquietudes. Era una adolescente de Picassent (Valencia), donde sigue residiendo. Con los años ha ido ampliando sus horizontes, mientras publicaba mixtapes e iba incorporando a su música estilos como el r’n’b y el soul.
Su más reciente single, Madrid, da buena muestra de su evolución, y evidencia sus ganas de instalarse en la capital en cuanto pueda. Continuación de Fugarnos, su anterior canción, juntas visibilizan a una Ly Raine muy ambiciosa a nivel musical, y también muy enamorada de su chica (“llevamos tres años, es mi relación más larga hasta ahora”), ya que ellas son las protagonistas de sus letras. “Si Fugarnos habla de mi deseo de escapar, Madrid supone alcanzar una meta, porque siempre he soñado con instalarme aquí”. Con su chica, claro, que es madrileña –y cantante del grupo IRA–. Todo encaja.
Ese deseo de escapar de su ciudad natal tiene que ver son sus ganas de comerse el mundo. “En Picassent básicamente duermo y paso tiempo con mi madre; me suelo mover por otro sitios con mis colegas, porque por allí hay poco que contar”. Asegura que no le molesta que la denominen rapera, “aunque el rap puro lo dejé hace mucho. Ahora prefiero que se diga de mí que hago música, sin más, porque mis influencias son variadas”. Y no duda en explicar algunos de sus rasgos de estilo más evidentes: “Hago canciones profundas y existenciales. Porque soy muy intensa”, confiesa entre risas.
«No me importa que me llamen rapera, aunque mis influencias son muy variadas»
Dice que su música ha sido siempre su psicólogo, su mejor amigo. “Quería cantar desde pequeña, pero no me lo planteaba en serio, porque veía que triunfaban cuatro, casi todos salidos de Operación Triunfo”. A los doce descubre el rap y empieza a componer canciones sin parar (“no querrías oírlas”, dice entre risas). “Entonces vi que no solo quería escribir, que me encantaba de siempre, sino también cantar”.
Ahora comienza a grabar el que será su primer álbum el año que viene, y no puede ocultar la emoción, porque va a volcar mucha ambición en él. “Es la primera vez que me planteo un proyecto con un concepto, con canciones a las que daré ochocientas mil vueltas antes de grabarlas”.
Haber incorporado el r’n’b a su estilo ha sido todo un acierto, a juzgar por sus más recientes temas. “Habría sido un error dejarlo fuera, es una parte importante de la música urbana actual”, explica. Y muestra su evolución como artista, “porque comencé haciendo rap agresivo, con una lucha política muy marcada”. Raperas como Mala Rodríguez han hablado de lo duro que era para las artistas femeninas ser respetadas en esa escena solo por su arte.
«No hemos tocado techo en cuanto a visibilidad, en unos años veremos a más mujeres en la escena»
Mala, por ejemplo, era de las que ocultaban sus curvas bajo ropa muy ancha, cual escudo, para que su físico no intercediera en su arte. “Como yo he vestido con ropa ancha desde pequeña, no he tenido esa necesidad de usarla por motivos así”, explica Ly. “Y espero seguir llevando ropa ancha toda mi vida. En lo artístico sí que sentí en algún momento ese miedo de verme metida en un mundo en el que casi todo eran pibes”. Aunque ahora mismo ve la escena en que se mueve con otros ojos. “Ya no veo ese miedo en las pibas; se ha avanzado, aunque quede por hacer. Pero de unos años para acá sí vemos que las artistas se muestran tal y como son sin problema. Y creo que todavía no hemos tocado techo en cuanto a visibilidad, en unos años veremos a muchas más mujeres en la escena, seguro”.
Que Ly Raine tiene carácter es indudable, y que no se calla lo que piensa, también. Por eso, cuando alguien intenta menospreciar su música o su manera de cantar porque, por ejemplo, use el autotune –tan habitual en la escena en que se mueve–, replica: “Es una herramienta que siempre ha sido muy cuestionada. Que parece que si usas autotune es porque no sabes afinar”.
«Si no afinas, el autotune poco puede hacer para que suenes bien»
Algunas veces será así, pero no es el caso de Ly. “Cuando grabo una canción en un estudio a la voz también le metemos compresores, delays… Queremos que suene lo mejor posible”, explica. “¿Por qué no voy a utilizar en un tema el autotune si mejora la voz? Es como el maquillaje. ¿Lo necesito? No, pero me gusta ponérmelo. Y si no afinas, el autotune poco puede hacer para que suenes bien”.
Ly Raine, bisexual, con 24 años, ha colaborado ya con otros artistas del colectivo como Yer, y agradece que haya cada vez más visibilidad LGTBI en el universo musical en que se mueve. “En un momento dado me pregunté: “¿Estáis escondidos? ¿Qué pasa?”. Aunque puntualiza: “Tampoco hay tantas personas visibles todavía, al menos en mi mundo. Yo espero que surjan más. Ha sido un tema muy tabú en la escena del rap, sobre todo para los hombres. En mujeres no lo he visto tanto”.
Quizá porque entre sus amigas está Anier, importante referente LGTBI en la escena hiphopera. Curioso, además, cuando Ly recuerda la primera vez vez que visitó Madrid, hace cinco años. “Fue para el Orgullo, y menuda explosión de libertad sentí. Y no falté a ninguno hasta que llegó la pandemia”. Con la vista puesta ya en el del año que viene, sería perfecto que en él pudiera cantar su último single…, que para algo se titula Madrid.
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