Un activista anti gay, fuera del armario

Arrepentido. Christian Schizzel, que se ha pasado siete años demonizando a los gays con su activismo, sale ahora del armario tras darse cuenta de que estaba mucho más que equivocado. “Pasé un proceso de desmoronamiento psicológico y soledad porque mi familia y mis amigos consideraban la homosexualidad poco saludable”, explica al portal Religious News Service. […]

12 diciembre, 2014
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Un activista anti gay, fuera del armario

Arrepentido. Christian Schizzel, que se ha pasado siete años demonizando a los gays con su activismo, sale ahora del armario tras darse cuenta de que estaba mucho más que equivocado. “Pasé un proceso de desmoronamiento psicológico y soledad porque mi familia y mis amigos consideraban la homosexualidad poco saludable”, explica al portal Religious News Service. Manipulado y moldeado por sus compañeros, pide perdón por si su influencia ha hecho pensar que la homosexualidad era una enfermedad con cura.

Christian reconoce haber pasado un calvario: “Mi madre ha estado año y medio sin hablarme, me dijeron que la culpa de que yo fuese gay era de mi familia por cómo me habían criado”. Además, confiesa que uno de los comentarios más ofensivos que recibió fue cuando le acusaron de ser gay porque habían abusado sexualmente de él cuando era joven. El hecho es cierto, pero las razones por las que ha salido del armario nada tienen que ver. Pese a todo, ahora se siente mucho más liberado: “Al final, mi sexualidad es un precioso regalo de Dios”. Y nosotros damos gracias. 

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