Aunque cuando ganó Eurovisión en 2014, la austriaca Conchita Wurst afirmó convencida que nadie podría parar a todo el mundo que cree en el amor y la libertad, parece que los dirigentes de su país natal no la escucharon, o no comparten su concepto de amor y libertad.
El partido de los verdes presentó una moción solicitando al Gobierno Federal un proyecto que legalizase el matrimonio igualitario. La consulta se ha realizado en la Asamblea Nacional y, con 110 votos en contra y solo 26 a favor, ha sido rechazada. Socialistas, populares y el resto de fuerzas parlamentarias han dicho que no, y han dejado solos a los verdes. ¡Una auténtico mazazo a los derechos LGTB en Europa!
Ojalá que el próximo 29 de junio el Tribunal Supremo de EE UU tome nota de los irlandeses y no de los austriacos cuando decida sobre la constitucionalidad de la prohibición del matrimonio homosexual de todos sus estados.