Un artículo publicado en El Mariñán de mayo, editado por la Asociación de Empresarios de Sada, un municipio de La Coruña, ha hecho que la homosexualidad se cubra (otra vez) de gloria. El artífice de la barbarie ha sido el abogado Eduardo Lorenzo Martínez, secretario y tesorero de la asociación, que se ha atrevido a comparar la homosexualidad con la pedofilia, el bestialismo, el incesto y la poligamia en pleno siglo XXI. Lorenzo también lamenta que “el fenómeno de la homosexualidad ha pasado de estar perseguido (…) a ser un fenómeno poco menos que intocable” y acusa al gobierno del PP de “traición” y de ser unos “cobardes por ceder ante la presión de los lobbys gays”. Este abogado parece ser todo un experto en homosexualidad, y también consigue diferenciar entre “el homosexual discreto y respetable” y el “maricón ostentoso”, pese a que para él toda persona homosexual sea un “engendro”.
Una muestra más que clara de que hoy en día, en pleno 2017, sigue siendo necesaria la reivindicación de los derechos LGTB y de que, por desgracia, en un momento donde hay autobuses recorriendo el país promulgando el odio y medios de comunicación con el valor de publicar textos como el que firma Lorenzo, todavía nos queda mucho por lo que luchar.
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