La pillamos en Cabo de Palos de vacaciones con sus dos hijas, aprovechando que su mujer –con la que lleva diez años de relación– está de viaje de trabajo y no iba a pisar el hogar que comparten en Suecia en varias semanas. “Así que nos hemos venido a que nos dé el sol, porque nuestro pueblo está supergris y feo”. Llevan casi dos años viviendo las cuatro en un lugar bastante aislado, en medio del campo, a hora y media de Gotemburgo, y cuenta Lidia que la vida allí es un poco rollo. Pero no hay mal que por bien no venga: “He hecho un disco”, dice entre risas. Vamos, que no se aburre tanto.
Desde 2014, cuando lanzó el disco de versiones Gramola, no había grabado nada. “Y me dije, como Bebe, ¡pafuera telarañas!”. Y le ha salido Telepatía, un álbum muy personal y conciso, en el que su fusión de pop, folk y country suena más afinada que nunca. “Es más emo, me desnudo más en las canciones. A raíz de analizarme mucho a mí misma he volcado cosas muy personales en las canciones. Y también hay más humor, porque cuando hablo de mí me gusta hacer bromas”. Si el elemento pop está tan reforzado en estas canciones es por la influencia de la música que ha estado escuchando, sobre todo en sus largos trayectos en coche desde su pueblo perdido, al que ha dedicado el tema instrumental que cierra el disco, Hellinger. “He escuchado mucho a Sia, Adele o Lady Gaga en este tiempo. A veces me faltaba una bola de discoteca y una boa de plumas al cuello, era como una mariquita loca con esa música a todo motor. Busqué hacer melodías propias de diva pop, y encontré un camino nuevo”.
“Siempre he sido diferente. Y desde pequeña he creído en mí”
¿Es posible la conexión entre Lidia Damunt y Lady Gaga? Escucha canciones como La caja y comprobarás que sí, que algo de Poker Face tiene. “Son cosas que si no las contara probablemente nadie se daría cuenta, pero ya que me preguntas…”. Eso sí, la Gaga que le interesa a Lidia no es la de Joanne, que curiosamente se acerca más en sensibilidad a su estilo. “Ahora está en un plan country horrible que no me interesa nada. Ella no tiene que hacer eso, para una artista que hacía algo diferente… ¿Para qué quiere ser normal?”.
Ay, la normalidad, ¿a quién le interesa? A Lidia Damunt no. “Siempre he sido diferente. Y desde pequeña he creído en mí”. Cuenta que sus padres les dieron mucha libertad a ella y sus cuatro hermanos, y eso tuvo mucho que ver en la actitud que desarrolló ante la vida. “No tenía a nadie que me dijera que hacía algo maravilloso, así que me lo decía yo a mí misma todo el rato”. Tampoco es nada habitual la razón que da para haber invitado a cantar a Teresa Iturrioz de Single en Quién puede arreglar. “Fue porque me quedé afónica en plena grabación. Cuando me estaba planteando quitar la canción del disco, porque no podía hacer los agudos, pensé en ella, porque soy superfan de Single. Me daba corte pedírselo, pero no perdía nada por mandarle un whatsapp e invitarla al estudio. Apareció esa tarde, como una reina, y lo clavó. ¡Qué gran cantante!”.
“Lady Gaga está en un plan country horrible que no me interesa nada. Para una artista que hacía algo diferente, ¿para qué quiere ser normal?”
Se agradece que Lidia Damunt tenga una actitud tan positiva en general ante la vida. Incluso cuando mira a su alrededor y ve cómo está el mundo, la que está liando Trump… “Tengo que estar positiva por mis niñas”, afirma con una sonrisa. Su experiencia en Suecia como madre de familia homoparental asegura que, ciertamente, está siendo estupenda. “Ni siquiera en el pequeño pueblo en que hemos estado viviendo el último año hemos tenido ningún problema. Solo con un formulario en la escuela, en que se pedían los nombres del padre y la madre. Lo comentamos y enseguida lo solucionaron. En general, la gente es muy abierta, y si a alguien no le parece bien tu forma de vida no te enteras, porque no dicen nada”. Cuando visita España, como aquí la gente se calla poco, sí ha tenido alguna experiencia incómoda. “Alguna vez sí me dijeron, con mi primera hija, ‘tú no puedes ser la mamá, que es muy rubia’. Les explicaba que soy lesbiana, y que mi pareja era la que había dado a luz, y entonces me decían: ‘¿Ves? Sí que tiene padre’. Ni siquiera entendían el concepto de ‘donante’. Y a lo mejor lo decían delante de la niña, eso no está nada bien… Aunque la verdad es que la gente que tiene una visión así me resbala”.
Ya por cotillear un poco, ¿quién le ha inspirado la canción Bolleras como tú? “Pues una bolleruza”, y se echa a reír. “Es una historia antigua que he rescatado porque me hacía gracia convertirla en canción; la viví yo, claro, hará unos quince años”. A raíz de la publicación del disco, no han sido pocos los que se han interesado por el origen de la anécdota que cuenta. “Sí que me han escrito varias personas preguntando, algunas porque intuían de quién se trata. Incluso por Facebook me escribió una chica que me dijo que ella estaba aquella noche en que me dejaron tirada en un parking, y que se estaba riendo mucho al recordarlo”. Lidia es la primera que se ríe, desde luego, y se ve que está muy orgullosa de que la palabra ‘bollera’ forme parte del título de una de sus canciones, porque confiesa que le encanta. “Debo vivir en una nube, porque cuando la estaba grabando, [José Mª] Rosillo [el dueño del estudio] me preguntó si no resultaba muy incorrecto que usara esa palabra y yo no entendía por qué. Solo después me enteré de que hay lesbianas a las que no les gusta que se utilice. A mí la palabra ‘bollera’ me suena muy bonita”.
EL DISCO TELEPATÍA ESTÁ EDITADO POR TORMINA RECORDS EN CD Y DIGITAL, Y SE PUEDE ESCUCHAR AQUÍ. EL 25 DE FEBRERO SALE UNA EDICIÓN LIMITADA EN VINILO DE 10” EDITADA POR AUSTROHÚNGARO. LIDIA DAMUNT ACTÚA EL 25 DE FEBERO EN MADRID (MOBY DICK), EL 10 DE MARZO EN BARCELONA (BE GOOD), EL 11 DE MARZO EN PAMPLONA (TXINTXARRI), EL 17 DE MARZO EN MURCIA (LA YESERÍA) Y EL 18 DE MARZO EN ZARAGOZA (LA LATA DE BOMBILLAS).