FOTOS: Santiago Rojo
Marco Berger nació en 1977 en Buenos Aires, y asegura que tuvo claro que quería dedicarse al cine a los 11 años, aunque hasta los 27 no consiguió hacer su sueño realidad.
En 2009 estrenó Plan B, con aplauso de crítica y público. En 2011, Ausente se llevó el Teddy Award a la mejor película gay en la Berlinale. Luego vendría Hawaii, en 2013, y ahora presenta en el Festival de cine de San Sebastián Mariposa, que define como “la película menos gay de mi filmografía”.
En Mariposa muestra dos historias contadas en paralelo, como si fueran piezas de un rompecabezas, con los mismos personajes pero desde dos puntos de vista distintos. En una, Romina y Germán crecen como dos hermanos que se desean; en la otra, son dos jóvenes que forman una amistad extraña en lugar de sucumbir a los sentimientos mutuos. Como ya avanzamos en nuestro reportaje especial, es una de las películas gays más esperadas del año.
SHANGAY ⇒ ¿Es tu primera vez en el Festival de cine de San Sebastián?
MARCO BERGER ⇒ Sí, esta ciudad es increíble. Aluciné un poco cuando me invitaron, estar en este festival es un regalo muy grande para mi carrera. He estado en Cannes, Sundance y Berlín, y por fin, ahora, también en San Sebastián.
SHANGAY ⇒ Llegas al festival con el premio Sebastiane Latino ya concedido. ¿Te permite presentar tu película más tranquilo?
MARCO BERGER ⇒ Totalmente. Yo no veía la posibilidad clara cuando me nominaron, porque en esta cuarta película mía toco de una manera más secundaria el tema gay. Cuando me dijeron que me daban el premio no lo podía creer. Luego lo vi como un apoyo a mi carrera, y a la coherencia con que se trata el tema gay en esta película. Es curioso que el personaje de Bruno, que es gay, es siempre el más querido por los espectadores.
«EN EL CINE DE TEMÁTICA GAY HAY UNA FUERTE APUESTA, CASI PORNOGRÁFICA, POR LA EXPOSICIÓN DE FÍSICOS DE GIMNASIO»
SHANGAY ⇒ ¿Te importa que te encasillen como director de cine de temática gay?
MARCO BERGER ⇒ Me gusta, porque hace que la película se vea. Hay mucho público gay, y se cuida a sí mismo. Si me etiquetan, me da exactamente igual. Me gustan los hombres y cuento las cosas desde mi mirada. El heterosexual se queja de eso, porque siente que le excluyen. Me han llegado a decir que no se puede decir que Mariposa sea una película gay, porque el amor es universal. Yo respondo: “Hombre, es que es la historia de dos hombres que acaban juntos…”.
SHANGAY ⇒ ¿Sientes que haces un cine gay distinto al habitual?
MARCO BERGER ⇒ Sí. Muchas veces, la gente cree que si va a ver una película gay mía, lo que verá es a hombres en la piscina desnudos, acariciándose, y cosas así, y luego se dan cuenta de que no. En el cine de temática gay hay una apuesta muy fuerte por la exposición de físicos de gimnasio, casi pornográfica, y yo quería salirme de eso. Yo lo que quiero es mostrar otra realidad. Ni mejor, ni peor, distinta.
¿Qué fantasías sexuales propias ha plasmado en su cine? ¿Se plantea rodar sexo más explícito en el futuro? Pasa página
SHANGAY ⇒ ¿Te gusta jugar con la insinuación sexual más que con el sexo explícito?
MARCO BERGER ⇒ Yo siempre he hablado del amor, tanto en mi primera película Plan B, como en Hawaii, pero nunca he querido mostrar más de lo que se necesita. Me gusta mucho calentar; me da morbo jugar con lo prohibido y volver loco de deseo al espectador. El público es el primero que quiere que surja una historia de amor. Si yo empiezo una película con todos en pelotas follando, el espectador se relaja y ya vio todo lo que quería ver.
SHANGAY ⇒ ¿Te apetece llegar a ese punto de explosión sexual?
MARCO BERGER ⇒ Sí, fantaseo con hacerlo, rodar algo que roce lo pornográfico, aunque tiene que resultar coherente con la historia que cuento.
«ME DA MORBO JUGAR CON LO PROHIBIDO Y VOLVER LOCO DE DESEO AL ESPECTADOR»
SHANGAY ⇒ ¿Qué hay de autobiográfico en tus películas?
MARCO BERGER ⇒ Todo. Me dicen siempre que me gusta fantasear con los heterosexuales y jugar con eso. A mí me gusta un chico, o un personaje, y luego ya veo si es gay o no. Me gustan los hombres de todos los estilos. Pero sí hay mucho de mí, o casi todo, en mis películas. Yo soy la parte pícara que rompe el corazón al otro, pero también el que llora porque le han dejado.
SHANGAY ⇒ ¿Alguna fantasía en concreto que haya en tus películas?
MARCO BERGER ⇒ En Hawaii conté una muy mía. Me veía en la casa de mi padre, escribiendo, y pensaba “qué ganas de que venga un pedazo de tío y me diga que me limpia la piscina y luego…, ya sabes”.
SHANGAY ⇒ ¿Qué tiene de distinto Mariposa frente a tus películas anteriores?
MARCO BERGER ⇒ Mariposa es la segunda película que he escrito, tras Plan B, que funcionó muy bien. Pero no quería copiar la misma receta. Así que decidí contar una historia hetero, y que la gay fuese secundaria, pero potente.
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