Ya tenemos al homófobo del día dispuesto a ponerse en cabeza a la hora de decir barbaridades. Se llama Rubén Condori, es congresista del Partido Nacionalista Peruano y ha votado en contra del proyecto de ley que pretendía poner en marcha las uniones civiles gays en su país. Hasta ahí, pues bueno. Pero claro, uno no trasciende mas allá de su escaño así porque sí. Nuestro protagonista no se deja ni un comentario ofensivo en el tintero.
La inspiración le llega después de leer el Mein Kampf de Adolf Hitler: “En algunas partes tiene razón porque hay inconductas que se generan por un cierto tipo de vida”. Por si había alguna duda, “la homosexualidad es más o menos esa inconducta”, explica convencido desde la absoluta tranquilidad. Pero no os exaltéis todavía, que Condori saca su lado más comprensivo: «Si mi hijo me confiesa que es homosexual lo entendería y lo apoyaría, pero trataría de reformarlo». Cuesta creerlo.
Más aún cuando vuelve a la carga para añadir en su haber la vena machista: «La cuestión de lavar, planchar, cocinar, es exclusiva de género femenino». Y es que, «una mujer por resentimiento se vuelve lesbiana». Tenemos un sabio entre nosotros.
La propuesta de ley fue rechazada por el Congreso y no incluía ningún tipo de adopción. Los que se opusieron, como nuestro protagonista, hicieron alusión a que la familia debe estar conformada en base a las leyes que dicta la Biblia: varón y mujer. Vaya tela.
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