20 preguntas indiscretas a Quim Gutiérrez

Temas: Chulazo, Cine, Entrevista, Guapos

1. ¿Qué prefieres, el sexo fácil o las películas tristes?
El sexo fácil. Siempre. Ante la duda, siempre es mejor el sexo.

2. ¿Una película triste que consideres mala pero que te encante?
Una tristísima que me encanta es Philadelphia, pero me parece mítica, buenísima. Como empecé haciendo culebrones, melodramas malos no puedo ver. Comedias malas, sí, y comedias románticas tristes también hay muchas que me gustan, como 500 días juntos.

 

3. ¿Y en qué comedia romántica te quedarías a vivir?
En Cuando menos te lo esperas, con Jack Nicholson y Diane Keaton. Me flipa esa película, y me gustaría ser la versión masculina de Diane Keaton en ella, aunque no dé la edad, porque me parece una mujer ideal: independiente, creativa, con casa en los Hamptons…

4. ¿No debería haber más sexo en Sexo fácil, películas tristes, para justificar el título?
El personaje te diría que sí; yo, como actor, te digo lo contrario. Cuanto menos sexo haya en una de mis películas, mejor, porque siempre es incómodo. Por muy bien que te lleves con la actriz, como en este caso con Marta [Etura], que hizo que todo fuese facilísimo, me resulta siempre relativamente incómodo rodar esas escenas.

 
5. ¿Tu secuencia de sexo favorita de la historia?
Recientes, las de la serie Girls, tienen un punto de realismo que me encanta. Y me acuerdo perfectamente de cuando vi Kids, de Larry Clark. Nunca me habría imaginado tener una erección a los dos minutos de película. Ver esa película siendo un teenager como los que retrata fue como ‘oh, my God!’.

6. ¿Qué tal llevas ser un sex symbol gay del cine patrio?
No lo llevo. Entiendo que te pongan ciertos calificativos, pero tú nunca piensas en ellos. Y cuando me lo dicen me da risa [y se ríe].

7. ¿Cuánto hay en ti del seductor hipster que interpretas en Sexo fácil…?
Yo no me siento nada hipster; sí creo que tengo mis tonterías, que juegan a mi favor. Cuando seduces, una cierta estilización de ti mismo siempre hay. ¿Qué quiere decir que estilice ciertos elementos de mi personalidad? Que intento pulirlos un poco. En cualquier caso, suelo ser bastante honesto cuando seduzco, es lo que siempre me ha funcionado. Y mejoro bastante en las distancias cortas. De lejos parezco más del montón, brutote…

8. ¿Aspiras a consagrarte como galán romántico?
¡Hostia, no! Aspiro a ‘desconsagrarme’ si algún día se me ha considerado como tal. Este tipo de encasillamiento puede estar bien durante un tiempo, pero es muy peligroso. Sobre todo teniendo en cuenta lo poco originales que son en este país a la hora de ofrecer papeles que se salgan de lo que te suelen dar. Si te ven como ‘galán de comedia’, nunca van a esperar de ti nada más.

9. Y el día que te obliguen en una película a salir súper desmejorado…
Si el personaje mola, no me importará. Es algo que he apartado de mi agenda porque no ocurre; nadie te pide que te desmejores ni que te prepares en exceso, es una pena. Aquí se busca cada vez más hacer cine blanco, series blancas, todo políticamente correcto, sin conflictos… Es algo que no va nada conmigo, estoy un poco harto.

10. Berto Romero declaró que tú serías el único hombre que le haría cuestionarse su sexualidad. ¿Cuál te haría cuestionarte la tuya?
Jon Kortajarena. Uno de los tíos más guapos que conozco.

11. ¿Te has vuelto más tiquismiquis para las fotos desde que también dedicas parte de tu tiempo a la fotografía [www.thejoaquimplacement.com]?
Me gustaría responder que no, pero no puedo evitarlo. Creo que lo que exijo de más es para mejor, porque entiendo lo que me piden las fotos en cuanto a fondo, posición, luz y movimiento. Si la sesión va bien, estupendo, pero si va mal y tengo la sensación de que el fotógrafo no sabe lo que está haciendo o lo que busca, no puedo evitar ponerme nervioso y decidir yo. Que es algo que me molesta, y que no debería ser así, pero es lo que me sale.

12. ¿Usas la cámara para sacar al voyeur que llevas dentro?
Al voyeur emocional que llevo dentro, sí. Fotografiar para mí tiene mucho que ver con mi trabajo; no me da miedo investigar las emociones como actor, y como fotógrafo también las investigo, está relacionado.

13. En un photocall, ¿te sientes más estrella o más ‘zoolander’?
Transito en un segundo varias veces entre una cosa y la otra. Es peligrosísimo creerte estrella, como lo es sentirte zoolander todo el rato, está bien pasar continuamente de un extremo a otro.

14. ¿Los pensamientos más obscenos que te han llegado a pasar por la cabeza cuando sales a correr de madrugada antes de ir a rodar?
Cuando es muy, muy pronto y me encuentro a borrachos que vuelven a casa, siento tolerancia cero hacia ellos. Básicamente por envidia, porque me encantaría estar en su estado. Pero también siento un desprecio tonto, pienso “mira, yo aquí corriendo y vosotros, acabados” [risas].

15. ¿Slip o boxer?
Boxer. Por comodidad y por estética.

16. Una prenda fetiche.
Los abrigos negros.

17. ¿Es un estrés ser una fashion victim como tú?
No soy fashion victim, así que no es estresante. ¡Fashion victim es un término muy jodido! A mí me divierte vestirme, sin más. Y de igual manera que cuando juegas al fútbol y no metes gol te cabreas, cuando no das con el rollo que buscas te da rabia, pero no sufro por ello.

18. ¿Te agota o te halaga que te hagan continuamente preguntas relacionadas con tu físico?
Un poco ambas cosas. La primera vez me mola; la décima, no. Pero tampoco me preguntan tanto por esas cuestiones, ni que fuera Schwarzenegger.

19. ¿Qué te gustaría que te preguntasen?

Sin duda, cuestiones no relacionadas con mi trabajo. Va a sonar tremendamente pedante, pero me gusta que me pregunten por temas relacionados con literatura, sobre todo para aprender yo. Cuanto más lees, más consciente eres de lo mucho que te falta por leer. Me encanta que me pregunten los libros que estoy leyendo, porque eso me da pie a preguntar yo al entrevistador qué está leyendo y saber, a partir de sus gustos, si los que me puede recomendar me gustarán o no. En realidad, prefiero preguntar a que me pregunten, supongo que por deformación profesional. Soy más de escuchar y de aprender vorazmente que de hablar. Hablo mucho porque no tengo otro remedio, pero lo que más me gustaría es que alguien a quien admire mucho me hiciera una pregunta muy fácil de responder para hacerle yo inmediatamente otra.

20. ¿Eres muy de finales felices, como el de tu nueva película?
En mi vida personal, sí. En cine y literatura no tengo problema con los finales tristes. Me gustan las películas con final agridulce. Y me gustaría más llorar con esas de lo que lo hago, no me sale la lagrimilla fácil viéndolas, me sale mejor actuando.