Hay quien dice que Jay –antes Jaya– Kelly es víctima del outing. Resulta difícil de creer dado que ha sido el adolescente de 13 años el que ha compartido en sus redes sociales con el mundo su voluntad de empezar a ser reconocido como el hombre que se siente. Es de agradecer su valentía y la normalidad con que hace saber al mundo su condición y sus intenciones de cara al futuro. Máxime cuando es el hijo más joven de un artista tan conocido como R.Kelly, uno de los vocalistas de color más destacados de las últimas décadas, que siempre ha disfrutado ejeciendo de macho man a la antigua usanza. A falta de que el padre se pronuncie, Jay ha confirmado que cuenta con el apoyo total de su madre Drea –ex de R. Kelly, de ahí que participe en el reality Hollywood Exes–.
Jay Kelly es un ejemplo a seguir por todos aquellos jóvenes transgénero que buscan vivir su vida dentro de una merecida normalidad. La madre de Kelly le ha hecho ver que le quiere como es, un joven transgénero, y lo mismo ha sucedido con su hermana, que ya le llama ‘hermanito’. Jay ha confirmado su deseo de utilizar medicación y cirugía para llegar a ser el hombre que se siente a todos los niveles. Y seguro que la trascendencia pública de su caso –como sucedió también con el hijo de la diva gay Cher, Chaz Bono, cuando confirmó su deseo de cambiar de sexo– servirá para que muchas familias en una situación similar sepan cómo aceptar con naturalidad la voluntad y la manera de ser, sentir y actuar de sus hijos que forman parte de la comunidad LGTB.