¿A que recuerdas qué estabas haciendo cuando te enteraste de la dramática e inesperada muerte de Michael Jackson? Es uno de esos momentos clave en la historia popular que marcan un antes y un después.
¿Y a que te cuesta creer que hayan pasado ya cinco años desde su fallecimiento? Lógico, porque se puede decir que el Rey del Pop está más presente ahora que en vida –al menos, que en su última etapa, un destierro al que esperaba poner fin con la serie de conciertos This Is It que nunca llegaron a materializarse–.
Todas las temporadas se le recuerda en entregas de premios –recordemos que en los últimos Billboard Music Awards actuó su controvertido holograma–; se siguen lanzando con regularidad discos con su nombre, sean recopilatorios de éxitos o, como el más reciente Xscape, con maquetas inéditas desempolvadas y actualizadas, y no pasa semana en que alguna estrella de más o menos relumbrón publique una versión de un clásico de Jackson –de las últimas, Jessie J, que se ha atrevido con Rock With You–.
Ahora mismo, hasta tiene en las listas un dúo –virtual– con Justin Timberlake, Love Never Felt So Good, en general muy bien recibido –al fin y al cabo, da mil vueltas al 80% del pop prefabricado que alimenta los charts–. La sombra del mito sigue siendo alargada.