Una piedra más en el camino. Por todos es sabido que la semana del Orgullo LGTB provoca sarpullidos en el Ayuntamiento de Madrid y en especial, a su alcaldesa Ana Botella, y para muestra un botón. Desde las instituciones se pretende que el pregón de este miércoles se lleve a cabo sin equipo de sonido, micrófonos ni altavoces por superar los decibelios permitidos.
Además, el barrio de Chueca se encuentra en la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), lo que limita aún más el ruido (55 decibelios durante el día). Si a ello le añadimos las dos residencias de ancianos situadas en la zona, parece el pretexto perfecto para intentar torpedear un evento que puede llegar a dejar 100 millones de euros de recaudación en la capital. Desde el área de Medio ambiente de la Comunidad se ha dejado claro que no habrá excepciones por lo que en principio, las eurovisivas pregoneras Ruth Lorenzo y Conchita Wurst tendrán que hacer gala de sus grandes voces para ser escuchadas.
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