Conchita Wurst: "Soy una luchadora"

Conchita no para. Y es que Tom Neuwirth, el joven gay que le da vida, ha logrado algo poco habitual: crear un personaje travesti que cae bien a todo el mundo y no deja indiferente a nadie. Tom/Conchita se está recorriendo Europa aprovechando el tirón de su triunfo en Eurovisión, que le/la convirtió de la […]

Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

1 julio, 2014
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Conchita Wurst: "Soy una luchadora"

Conchita no para. Y es que Tom Neuwirth, el joven gay que le da vida, ha logrado algo poco habitual: crear un personaje travesti que cae bien a todo el mundo y no deja indiferente a nadie. Tom/Conchita se está recorriendo Europa aprovechando el tirón de su triunfo en Eurovisión, que le/la convirtió de la noche a la mañana en un fenómeno de masas. No solo interpreta uno de los temas ganadores del festival con más repercusión en años; además, abandera todo un movimiento en favor de la tolerancia y el respeto hacia quienes son distintos a cualquiera de nosotros.

SHANGAY ⇒ A raíz de tu triunfo en el festival de Eurovisión te has convertido en un héroe/heroína gay, y en portavoz de quienes luchan por la tolerancia. ¿Te lo esperabas?

CONCHITA WURST ⇒ En absoluto, y es todo un honor. Pero no pretendo convertirme en un ejemplo de conducta ni en portavoz de nadie, y espero que no se me malinterprete por decirlo. Simplemente defiendo aquello en lo que creo, pero no soy una persona perfecta, ni mucho menos, solo una luchadora [recuerda aquí cuando Putin le pidió que fuese más discreta].

SHANGAY ⇒ Sigue habiendo quien considera que el festival de Eurovisión una parada de monstruos. Tú eres ejemplo, aunque no lo pretendas, de que detrás de muchos de esos considerados freaks hay un fondo…

CONCHITA WURST ⇒ Por supuesto. Eurovisión es ante todo un concurso musical, pero no podemos olvidarnos de que todo cuenta cuando actúas; los artistas somos muy conscientes de ello. Fíjate en Lady Gaga, por ejemplo. Buscamos desarrollar nuestra creatividad no solo cantando o tocando instrumentos, nos gusta expresarnos a través de cualquier medio a nuestro alcance… Por eso decidí convertirme en una señora barbuda [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Tuviste que hacer acopio de valor para esconder a Tom tras una barba y una peluca y así intentar triunfar?

CONCHITA WURST ⇒ Tuve en cuenta muchas razones. Por una parte, quería preservar mi vida privada. Ya había tenido cierta repercusión cantando como Tom, pero enseguida fui consciente de que no llevaba nada bien la fama. No me sentía cómodo cuando estaba tomando un café con amigos y la gente se me acercaba para hacerse fotos conmigo. Decidí que lo mejor era crear un personaje que fuera quien saliera al escenario, y así nació Conchita. Desde ese momento me sentí mucho más cómodo cuando tenía que dar la cara.

«NO HE INVENTADO NADA, HAY UNA LARGA TRADICIÓN DE HERMANAS BARBUDAS»

SHANGAY ⇒ ¿No te agota tener que montarte todos los días y pasarte la vida con la peluca puesta?

CONCHITA WURST ⇒ [Risas] De verdad que no. Por supuesto que termino sin fuerzas después de jornadas de trabajo tan intensas como las que tengo ahora, pero soy consciente de que esta es la vida que siempre he querido tener, he logrado hacer realidad mi sueño. Así que no puedo sentirme más feliz, y tengo siempre las pilas bien cargadas; cada día es una aventura excitante, nunca podría cansarme de hacer lo que hago, ¡es tan divertido!

SHANGAY ⇒ ¿Con cuánta gente viajas para que Conchita aparezca siempre impecable?

CONCHITA WURST ⇒ Ahora, solo con mi mánager. Antes me acompañaban siempre ayudantes, pero he decidido volver a maquillarme yo, y la peluca viaja siempre lista para ponérmela y punto. ¿Sabes cuándo tomé esa decisión? Cuando coincidí en un vuelo con Kylie Minogue y vi que solo la acompañaba su agente. Pensé que si Kylie no necesita a nadie, yo tampoco.

Conchita Wurst: "Soy una luchadora"

SHANGAY ⇒ ¿Y qué cantantes inspiran a Conchita? Como has publicado tan pocas canciones hasta ahora es difícil adivinarlas…

CONCHITA WURST ⇒ La que más, Celine Dion, creo que eso resulta obvio. Y me encanta Shirley Bassey, adoro la música que resulta cinematográfica y dramática. Pero también soy fan de Shakira y The Pussycat Dolls, no me gustan solo baladistas. Por eso no quiero centrarme en un estilo musical concreto, me interesa coger cosas de todas las artistas que me gustan. Aunque mi top 3 lo tengo claro: Celine Dion, Cher y Tina Turner. Tengo grandes sueños y por eso me fijo en las mejores.

SHANGAY ⇒  Teniendo en cuenta la empatía de Ruth Lorenzo con el mundo gay no extraña que os hayáis hecho tan amigas. ¿Cuándo se produjo el primer chispazo?

CONCHITA WURST ⇒ En el momento en que nos conocimos. Desde que vi los vídeos de las canciones que participaban en Eurovisión la suya se convirtió en una de mis favoritas. Y cuando nos vimos por primera vez en Amsterdam la conexión fue inmediata. Nos pusimos a hablar y fue como si nos conociéramos de toda la vida. Es una persona muy especial, hermosa como pocas y con un talento increíble. Se me hizo muy corto el tiempo que pasamos juntos durante Eurovisión así que estoy muy feliz de volver a verla en Madrid.

«ME ENCANTA EL TIRÓN POPULAR QUE VUELVE A TENER EL TRAVESTISMO»

SHANGAY ⇒ ¿Se te ocurre mejor manera de celebrar el Orgullo gay que cantando a dúo con Ruth en Shangay Pride?

CONCHITA WURST ⇒ ¡Desde luego que no! Nunca podría haberme imaginado que esto pudiera suceder y que gracias a Shangay Pride nos volviéramos a ver tan pronto. Encima, para cantar Purple Rain. Adoro a Prince, su belleza no es de este mundo y no se puede ser más sexy. Me encantaría tocar la guitarra como él, pero me temo que no se me da muy bien ese instrumento… [risas]. Cuando nos planteamos cantar juntas en Madrid fue sencillo ponernos de acuerdo: las dos adoramos Purple Rain y la hemos interpretado muchas veces. Ahora, por primera vez, la haremos juntas.

SHANGAY ⇒ Este es tu primer Orgullo en Madrid, ¿verdad?

CONCHITA WURST ⇒ Sí, y mi segunda visita a la ciudad. Me puedo imaginar la locura que puede ser un Orgullo en Madrid, por eso tengo tantas de ganas de vivirlo y confirmarlo. Me encanta la forma de ser de los españoles, siempre lo he dicho: la manera de expresar las emociones, lo apasionados que sois… No me hace falta ni crearme expectativas: sé que la experiencia va a ser divina. Me hace mucha ilusión pensar en todos esos chicos guapos que estarán en Shangay Pride bailando y celebrando el Orgullo.

SHANGAY ⇒  No te sorprenderá que también acudan a rendirte pleitesía muchas travestis barbudas..

CONCHITA WURST ⇒ Es que tengo muchísimas hermanas en todo el mundo, algo que no todo el mundo sabe, vosotros sí, claro. Soy consciente de que no he inventado nada, señoras con barba ha habido siempre, hay una larga tradición de travestis barbudas.

¿Cómo es el chico que se esconde tras la travesti? Pasa página.

SHANGAY ⇒  ¿Ayuda una situación tan privilegiada a olvidar los duros momentos que viviste siendo un adolescente gay en un pequeño pueblo de Austria?
CONCHITA WURST ⇒ No me lo planteo así. En la adolescencia todos vivimos un proceso de aprendizaje a través del cual nos vamos conociendo mejor. Yo también dije e hice cosas en su día de las que me arrepentiré dentro de unos años seguro… No miro hacia el pasado con rencor ni le deseo ningún mal a aquellas personas que me lo hicieron daño. Gracias a todo lo que viví hoy soy como soy. Procuro extraer siempre una lectura positiva de todas mis experiencias vitales, incluso de las negativas. ¿Qué sentido tendría intentar devolver el dolor y la amargura que me provocaron ciertas personas hace años solo por el hecho de ser gay? Prefiero celebrar mi vida y centrarme en compartirla con las personas que amo. Para mí la positividad es fundamental [recuerda aquí su mensaje anti-bullying para la campaña It Gets Better].

SHANGAY ⇒  ¿Cómo reaccionaste al leer las cosas que Cher escribió sobre ti en Twitter?

CONCHITA WURST ⇒ No me lo podía creer. Solo saber que se ha parado a pensar en mí alguna vez es increíble. Como ver a Tori Amos cantar al piano mi canción. O escuchar que los Rolling Stones dijeron en uno de sus últimos conciertos que les habría gustado versionar Rise Like a Phoenix pero que no habían tenido tiempo de ensayarla. Y todavía me cuesta creer que pude conocer en un evento [la gala benéfica AmfAR en Cannes] a Jane Fonda, por ejemplo. La verdad es que cuando voy a fiestas en las que de repente me veo tratando con gente tan increíble actúo con total naturalidad, no me entra el síndrome de fan. Aunque después de charlar con Jane Fonda, una vez que me di la vuelta, por dentro no podía dejar de decir ‘Oh my god! Oh my god!’. Pero no se me notó nada [risas]. Como toda mi vida he soñado con vivir experiencias, ahora que me enfrento a ellas me siento muy preparada.

SHANGAY ⇒ ¿Es siempre Conchita la que socializa o a veces se te va el personaje?

CONCHITA WURST ⇒ Siempre Conchita. Tom prefiere quedarse en casa, tirado en el sofá, descansando [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Aprovechará Tom su visita a Madrid para buscarse un novio español?

CONCHITA WURST ⇒ [Explota a reír] No está buscando novio en este momento. Vamos, no estoy buscando… Siempre he pensado que el amor no hay que buscarlo, debe aparecer. Así que si está por ahí el hombre de mis sueños más le vale acercarse a mí y hacérmelo saber. Pero en estos momentos veo complicado que aparezca. Me he encontrado con algún candidato que me ha dicho “yo no quiero tener un novio drag queen”, y me alegro de que sean claros, porque en ese mismo momento ya me estoy despidiendo de él. Estoy dispuesto a ceder para que una relación funcione, pero jamás renunciaré a mis sueños por nadie.

SHANGAY ⇒  Una vez proclamada ganadora de Eurovisión dijiste rotunda “Somos imparables”, una expresión que irá siempre unida a tu historia y a la defensa de la visibilidad gay. ¿Era algo guionizado o te salió en el momento?

CONCHITA WURST ⇒ Fue espontáneo. La noche antes de la final, cuando me iba a ir la cama, pensé: “No sé si ganaré, pero en caso de que ocurra más me vale decir algo inteligente y con fuerza a la hora de dar las gracias”. Entre sueños me acordé de que, en un principio, quería que la gente me conociese como ‘La imparable Conchita’, y al despertarme supe que debía usar ese adjetivo si ganaba para lanzar mi mensaje del modo más sencillo y claro posible. Y quise dedicar mi triunfo no solo a la comunidad gay –de la que formo parte– sino a toda la gente que cree en un futuro sin discriminación.

 

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