“La identidad sexual no se elige, es un don que se recibe. No somos creadores de nosotros mismos. Dios es el único Creador». Con estas palabras presentaba el nuevo catecismo español el presidente de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, dirigido especialmente a los niños de entre 10 y 14 años.
En este mismo sentido, Gil Tamayo afirmaba que “a cada persona le corresponde aceptar su propia identidad sexual: ser hombre o ser mujer. Algunos creen erróneamente que cada uno puede optar o elegir la orientación sexual independientemente del cuerpo con el que ha nacido.” ¿Se trata de un nuevo ejercicio de homofobia?