Todd Terry le pone ritmo a la noche

Leyenda indiscutible de la música de baile, y del house en particular, el DJ y productor neoyorquino pertenece a esa élite exquisita que sobrevive a décadas y modas. Lleva en activo desde finales de los 80, y se ha movido a caballo entre la escena underground y la mainstream desde mediados de los 90. Fue […]

Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

4 julio, 2014
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Leyenda indiscutible de la música de baile, y del house en particular, el DJ y productor neoyorquino pertenece a esa élite exquisita que sobrevive a décadas y modas. Lleva en activo desde finales de los 80, y se ha movido a caballo entre la escena underground y la mainstream desde mediados de los 90. Fue entonces cuando sus producciones y remixes empezaron a encontrar hueco incluso en las listas pop; mucha gente reconocía ya el ‘sonido Todd Terry’, aunque quizá no supieran el nombre de quien les hacía bailar. Nunca ha estado especialmente interesado Terry en reconocimientos; lo suyo es genuina pasión por la música.

Esta noche pincha en Madrid como cabeza de cartel de Shangay Pride. Sorprendentemente tímido y en absoluto engreído, cuenta que es el deseo de provocar una reacción positiva en el público lo que le mantiene motivado. “Comprobar lo que la música que has creado o que pinchas provoca en la gente es muy poderoso. Mi única intención es generar felicidad”. Como experimentado DJ le apena ver cuánta gente se autodenomina así hoy día sin compartir su pasión. “Ahora resulta que es cool decir que pinchas y mucha gente se sube al carro sin tener verdadera pasión por la música. No investiga ni utiliza ningún criterio, ponen lo que está de moda y punto. Eso para mí es otra cosa”.
    

Todd Terry está en un gran momento. El actual revival house le está permitiendo darse a conocer a una nueva generación. “Siempre he procurado estar en contacto con los más jóvenes, y me alegra ver que la música que estoy haciendo y pinchando les gusta. Mis beats de siempre encajan de maravilla con los sonidos de ahora, y de un año para acá he visto cómo se reavivaba mi carrera”. Explica Terry que vive esta experiencia de forma cíclica. “Cada cinco años o así una nueva generación descubre los clubs y empieza a investigar los clásicos… Hoy día se hace demasiada basura basada en subidones previsibles; me alegro de que tanta gente valore ahora la música de DJs como yo, que buscamos provocar los subidones en la pista a través de la emoción”.

No tenemos espacio suficiente para citar a todos los grandes nombres con los que ha colaborado. El reciente lanzamiento de un nuevo remix firmado por Marc Fisher de Something Goin’ On sirve para recodar que Terry reunió en su primer gran hit a dos superdivas para el clásico Keep On Jumpin. “Imagínate, grabar con Martha Wash y Jocelyn Brown a la vez, palabras mayores…”, afirma orgulloso. “Lo que les he visto hacer en el estudio a esas grandes divas es impresionante. Y hay otras muchas con las que me gustaría trabajar, de Diana Ross a Madonna. Si coincidiera con ellas se lo sugeriría”. En su momento de mayor repercusión comercial remezcló a todas las estrellas pop que triunfaban en aquel momento: George Michael, Annie Lennox, Jamiroquai, The Cardigans“Eso no pasa desde que volví al underground”, explica. “Aunque no me importaría remezclar a una Miley Cyrus, desde luego”. Para la historia han quedado sus remezclas para Everything But The Girl, especialmente la de Missing. “Puede que en parte tenga que ver con lo que yo aporté, pero sinceramente pienso que si sigue sonando es porque es una gran canción, se pinchará eternamente. Yo también sigo poniendo los remixes que hice para Wrong y Driving. Ojalá hubiera podido trabajar más con ellos, la voz de Tracey Thorn y sus letras me emocionan”.
    

No le gusta al neoyorquino entrar a diferenciar entre gays y heteros a la hora de valorar cómo son los apasionados del house que le reverencian. Aunque, obviamente, agradece que la pasión de la comunidad gay resultase determinante para la consolidación del house dentro de la cultura de clubs. “Tuve la suerte de ir un par de veces a Paradise Garage [mítica discoteca neoyorquina, pilar fundamental en la historia de la música disco y el house], y las dos pinchó Larry [Levan, su no menos legendario –y gay– DJ residente]. Había muchísimos gays pero también heteros. Para mí eso es lo ideal, la mezcla, que nos unamos para disfrutar juntos”. Nunca ha estado en el Orgullo de Madrid, pero ha oído maravillas, por eso se muestra tan ilusionado ante la perspectiva de pinchar en Shangay Pride. “Sé que va a ser algo masivo, igual que sé que tengo muchísimos seguidores gays, es un dato que resulta fácil de comprobar en mi web. Lo único que quiero es hacer feliz a todos mis fans: gays y heteros, les guste más el pop, el hip-hop, el funk o el house; sean blancos, negros… No quiero saber nada de discriminación, lo mío es la música”. Anuncia una sesión muy prometedora: “Mezclaré los clásicos con lo nuevo, incluiré muchos re-edits que creo especialmente para mis sets… Propondré un collage de todas las eras que he vivido. Que han sido muchas, porque en septiembre cumpliré 30 años de carrera”.

Para que te hagas una idea de lo que puede ser bailar con su música esta noche, aquí tienes una sesión para Boiler Room.

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