De momento se ha probado únicamente en ratones, pero el gel presentado conjuntamente por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares podría ser clave en la prevención del VIH por vía sexual en un futuro no muy lejano. Se trata de un microbicida que funciona tanto vía vaginal como rectal y que, aplicado sobre la piel en las zonas de contacto entre cuatro y ocho horas antes de la relación sexual, tiene una eficacia de inhibición del virus del 85% según un primer estudio que ya ha sido avalado por la Universidad de Havard. María Ángeles Muñoz, jefa de inmunobiología molecular del Gregorio Marañón, ha afirmado que «si el gel se combina con antirretrovirales que actúan a otros niveles, el resultado alcanza el 100%».
El gel contiene una nanopartícula que bloquea la entrada del virus al organismo entre 18 y 24 horas, no es tóxico y ya ha demostrado su eficacia para el VIH tipo B, el más común en occidente. En septiembre comenzará la fase clínica y, si los resultados son los esperados, podría llegar al mercado en cuatro o cinco años. El gel ya ha sido patentado a nivel nacional e internacional.