César García Díaz, madrileño de 26 años, lleva solo unos meses viviendo en Australia y ya acumula mil y una anécdotas que contar. Había vivido en Londres y en Barcelona, y decidió que, tal y como está la situación en España, le convenía más marcharse fuera y perfeccionar el inglés, uno de sus objetivos a corto plazo. Una amiga le habló de Aupair World, y tardó poco en encontrar hogar y empleo. Eso sí, en las Antípodas: en Perth. “Estoy contento de haber tomado esta decisión, no por ser español tengo que vivir en mi país…”.
Para empezar, la relación con su ‘jefe’ y casero es inmejorable. Adrian Tilby, padre gay de dos niños –ahora tienen un año–, que tuvo mediante inseminación artificial –todo un pionero y referente para los homosexuales australianos que quieren ser padres–, contrató a César para cuidar de los niños en cuanto le entrevistó. “Vivo en la casa con él y los niños, a los que cuido, y a cambio tengo alojamiento, comida y un sueldo”.
Lo primero que le llamó la atención es lo distinta que es la forma de relacionarse de los australianos. “Yo soy muy de contacto físico, y aquí me he encontrado con que las cosas funcionan de otra manera”. Lo bueno de ser una persona tan abierta es que César no tiene problema para conocer gente. Cuando va por la ciudad paseando a los niños con el carrito dice que no hay día que no le pare alguien. Y a través de Instagram y Facebook también ha conocido a gente con la que después se ha ido a la playa, o queda para montar en kayak. “Grindr, que nunca tuve en Madrid, aquí sí lo veo. Pero realmente tampoco lo uso, porque sé que por ahí no voy a hacer amigos…”.
¿Cómo es la escena gay de Perth? César nos la cuenta, pasa página.
No es de salir solo a bares, y tampoco le llama especialmente la escena gay de Perth. “La oferta es escasa, pero tampoco importa. Aquí los gays nos mezclamos mucho con heterosexuales”. Aun así, hay locales gays de referencia que merece la pena visitar, como The Court. “De día puedes comer, jugar al billar con los amigos… Los miércoles empieza su programación de noche, con espectáculos de drag queens. Y los fines de semana abren distintas salas”. Si a partir de las 2 de la mañana te apetece seguir la noche en otro club de ambiente, está Connections. “Más de una vez te tropiezas con alguna drag corriendo como una loca persiguiendo a alguien. No sé por qué, pero aquí las drags están muy locas”.
Sidney tendrá más vida gay y Melbourne un ambiente cultural más rico, pero Perth tiene las mejores playas de Australia, afirma César. “Sientes como si vivieras en unas perpetuas vacaciones. En cuanto tengo un rato libre, a la playa”. Es la cuarta ciudad más poblada del país, con 1.700.000 habitantes –también está Adelaida por delante–, y alberga la sede del Parlamento de Australia Occidental. Es una ciudad en la que predominan las industrias de servicios. “Aquí hay mucho dinero. El distrito financiero es muy potente. Yo vivo en un barrio residencial, aunque voy mucho al centro: de tiendas, a tomar café, a pasear con los niños…”.
El calor de Perth ha influido incluso en su dieta. “No diría que me he vuelto vegetariano, pero como un 50% más de verdura que antes de venir”. También le pide hacer mucho deporte, quizá también porque aquí es muy habitual. “Quien no está con su tabla de surf en la playa va con su skate, o con patines, o bici, practica kayak o juega al críquet. Mi jefe se ha ofrecido a apuntarme a un club de tenis gay, y no te digo que no me anime, porque cuantos más deportes practique, más gente podré conocer”.
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> Seguro que a César, como a nosotros, los futbolistas australianos le ponen del revés
Si quieres conocer los rincones preferidos de César en Perth, pasa página
Los encantos de Perth:
Cuatro hallazgos que, según César García, hacen de la ciudad australiana un rincón especial.
• Coffee Tea For Tú
“Un formato de cafetería-tienda-tetería-punto de reunión que no había visto antes. Está escondida en una céntrica callejuela, y nada más entrar te resulta tan agradable que te planteas pasarte el resto de tu vida tomando café aquí. Es posible que en la terraza aparezca algún espontáneo con la guitarra y cante algo en plan indie-folk, como Follow Me de Raphael Lake, y entonces como pase cualquiera por delante y te pida matrionio le dices ‘sí, quiero”.
• La fauna autóctona
“Cada vez que veo un koala flipo como un niño pequeño. Por no hablar del día que estaba haciendo snorkel y apareció en la playa un lobo marino. Lo de las aves también es fuerte, porque no son pájaros que nosotros consideramos corrientes, sino loros, cacatúas… Un día, en la playa, me giro y me encuentro un árbol lleno de loros, unos blancos, otros de colores… Y por mi barrio siempre me encuentro lagartos gigantes. Me molan mucho los animales, así que disfruto un montón”.
• Embarcadero de Swan River
“Es un rincón como de película. Con una pasarela de unos 50 metros que se va metiendo en la playa y desemboca en una casita azul de madera”.
• Playa de Mandurah
“Es prácticamente virgen, e inmensa. Puedes estar perfectamente sin ver a nadie en varios kilómetros a la redonda. Con agua cristalina, todo tipo de conchas y algas… Es como una pequeña Venecia, pero en lugar de góndolas ves muchos yates. También me gusta mucho la de Cottesloe, en la que pasamos las tardes jugando al frisby, tomando el sol y arreglando el mundo”.
> A César le sentaría muy bien el bikini masculino de la marca australiana Aussiebum