El dulce momento del Ballet Nacional de España

Las pinturas de gran formato de Joaquín Sorolla para la Hispanic Society de Nueva York, encargadas al artista en 1911, debían funcionar como un compendio de usos y costumbres de toda la geografía española. Algo parecido ocurre con Sorolla, lo último de Antonio Najarro para el Ballet Nacional de España, que quiere ser, en palabras […]

26 agosto, 2014
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El dulce momento del Ballet Nacional de España

Las pinturas de gran formato de Joaquín Sorolla para la Hispanic Society de Nueva York, encargadas al artista en 1911, debían funcionar como un compendio de usos y costumbres de toda la geografía española. Algo parecido ocurre con Sorolla, lo último de Antonio Najarro para el Ballet Nacional de España, que quiere ser, en palabras de su director, “un espectáculo totalmente representativo de todos los estilos de la danza española. El objetivo era recordar que nuestra tradición es pasado, presente y futuro con una validez contemporánea”. Para el que es uno de los montajes de mayor envergadura desde que se colocó al frente del BNE, Najarro no ha dudado en tirar de agenda y llamar a grandes nombres de otras disciplinas como el director de escena Franco Dragone (Cirque du Soleil), el diseñador Nicolás Vaudelet, conocido por su trabajo para Madonna y montajes de teatro-cabaret, o los coreógrafos especializados como Arancha Carmona, Miguel Fuente y Manuel Liñán. “La redondez de este espectáculo es fruto del trabajo en equipo”, cuenta Najarro. Hablamos con él sobre los logros y retos del BNE.

El dulce momento del Ballet Nacional de España

SHANGAY ⇒ ¿Cuánto tiempo llevabas planeando una gran producción como esta?

Antonio Najarro ⇒ Desde que entré a dirigir el BNE. Uno de mis propósitos era recuperar en un mismo espectáculo el folclor general de nuestro país, que en una entidad como esta se ha tocado muy poco, así como todos los estilos de la danza española: escuela bolera, danza estilizada, flamenco… Quería recuperarlo con una razón actual y darle al espectador motivos para acercarse, que se dé cuenta de que el folclor no es nada obsoleto. No quiero modernizarlo, porque el folclor es lo que es y tiene una valía enorme como tal, pero sí ponerlo en un contexto apropiado.

SHANGAY ⇒ ‘Sorolla’ se estrenó hace un año en un recinto poco habitual para el BNE, Matadero Madrid.

Antonio Najarro ⇒ La idea era crear un nuevo público para el Ballet Nacional, a priori alejado del espacio que tradicionalmente da cabida al BNE, el Teatro de la Zarzuela, y al segundo día ya habíamos vendido todas las localidades para las tres semanas en cartel. Por eso tomé la decisión de repetir temporada en Madrid, esta vez en los Teatros del Canal, porque mucha gente se había quedado fuera.

SHANGAY ⇒ ¿Se puede transformar la luz de Sorolla en baile?

Antonio Najarro ⇒ Por supuesto, las dos palabras que más he usado en mi carrera artística y que creo que más me caracterizan como coreógrafo y director son brillo y luz. Y Sorolla es eso: luz, color y movimiento. Tuve la suerte de conocer toda su obra y vida a través de su bisnieta, Blanca Pons Sorolla, y descubrí que visitó muchísimas regiones de nuestro país para registrar costumbres, fiestas populares y vestuario. Ahí vi el germen de un gran espectáculo.

SHANGAY ⇒ ¿Luchar contra la connotación negativa del folclore es uno de los retos más difíciles del BNE?

Antonio Najarro ⇒ Sí, totalmente. Quería abrir las puertas de la tradición española sin ningún tipo de matiz. No me gusta utilizar la palabra casposo, pero mi principal mensaje era que palabras como jota o muñeira sonaran actuales. Bien representadas y en un contexto actualizado, son la bomba.


«A FRANCO DRAGONE LO CONVENCIMOS PARA QUE NO NOS COBRARA ABSOLUTAMENTE NADA»


SHANGAY ⇒ La última exposición de Sorolla en el Museo del Prado batió récords de asistencia. ¿Se nota también la conexión con el público en ‘Sorolla’?

Antonio Najarro ⇒ Sí, porque sus escenas son tan representativas de nuestro país que tiene que interesarte de algún modo. Además, tiene un gran tirón no solo entre los españoles, también entre el público extranjero.

SHANGAY ⇒ Otros historiadores lo critican por su carácter popular y por fomentar tópicos poco favorecedores para la época…

Antonio Najarro ⇒ Independientemente de la situación que esté atravesando un país, tanto el pintor con su obra como nosotros con nuestras coreografías, tenemos como objetivo sumergir al público en un mundo que le haga disfrutar, sentir las raíces, evadirse y le reconforte. Entiendo la crítica, pero Sorolla no tenía la obligación de representar el drama del momento. Plasma costumbres reales de la época como la pesca del atún, la procesión de nazarenos o la entrada de los toreros al ruedo, que no encuentro en absoluto criticables. También ahora estamos en momentos de crisis y yo no tengo por qué hacer un espectáculo de denuncia social. Tendré que arreglármelas como sea para sacar el montaje adelante, eso sí. A Franco Dragone, por ejemplo, le convencimos para que no nos cobrara absolutamente nada y ha trabajado gratis. Si no, habría sido imposible afrontar el coste de una estrella como él. Y lo mismo con el vestuario, hemos recuperado gran parte del archivo. A pesar de eso, yo quería que el público viera una gran producción, y lo hemos conseguido.


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El dulce momento del Ballet Nacional de España

SHANGAY ⇒ Sorprende ver como director de escena a Franco Dragone, conocido por sus espectáculos de gran formato para Cirque du Soleil…

Antonio Najarro ⇒ Nos arriesgamos muchísimo ahí. Le enviamos piezas coreográficas, visitamos su sede en Bélgica, me lo trabajé y le convencí para que se metiera en el BNE para crear un ambiente, una escenografía y unos audiovisuales para un espectáculo en donde el 80% es folclor. Franco es muy inteligente y culto, además de un gran enamorado de la danza española más allá del flamenco. Tiene un concepto de la estética maravilloso y una sensibilidad y un uso del color únicos. Yo no buscaba que ‘Sorolla’ fuera una mera representación de sus pinturas, quería mucho más, un hilo teatral como en sus montajes para Cirque du Soleil.

SHANGAY ⇒ El vestuario es del francés Nicolás Vaudelet, habitual de grandes divas del pop como Madonna y de diseñadores como Gaultier. ¿Cómo ha sido tu relación con él?

Antonio Najarro ⇒ Le conozco desde hace años y sé que es un diseñador muy abierto de mente. Uno de los principales problemas del proyecto era su presupuesto reducido, y él siempre se mostró dispuesto a combinar modelos de nuestro archivo –más de 4000 piezas– con otros nuevos. No es fácil encontrar a un diseñador dispuesto a recuperar vestuario aparte de crear nuevo. El trabajo que ha hecho es espectacular, con técnicas novedosas como serigrafiar sobre tejidos con pinturas reales de los cuadros de Sorolla.

SHANGAY ⇒ La música es de Juan José Colomer, pero hay un recuerdo para Paco de Lucía.

Antonio Najarro ⇒ Sí, porque hay partes flamencas tocadas en directo por tres guitarristas del BNE y hemos querido recuperar la música original del ‘Zapateado’ de Paco de Lucía. Juan José Colomer también es valenciano como Sorolla, una persona con un bagaje muy amplio y, como Vaudelet, muy abierta a nuevas propuestas.


«SEGURAMENTE, ESTE AÑO VUELVA A BAILAR»


SHANGAY ⇒ Se cumplen 3 años de tu nombramiento como director del BNE. ¿Qué valoración haces?

Antonio Najarro ⇒ Positiva, porque estoy logrando todos los objetivos que presenté en mi plan de dirección. Hemos puesto en pie cuatro producciones, recuperado mucho repertorio de nuestra danza como Medea o Paso a cuatro, llenado el BNE de colaboradores de otras disciplinas, nos hemos abierto a otras actividades paralelas y, en junio del año que viene, estrenaremos un nuevo espectáculo con cuatro coreógrafos emergentes.

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SHANGAY ⇒ Dos de los objetivos de tu programa eran recuperar al público joven y convertir al BNE en referencia internacional. ¿Lo has conseguido?

Antonio Najarro ⇒ Hemos despertado mucho interés en países que el BNE no había visitado nunca y recuperado públicos como el estadounidense, francés y japonés. Y las últimas encuestas nos dicen que hemos bajado notablemente la media de edad del público. El BNE tiene una gran actividad en redes sociales, prensa, presencia web… Yo he querido hacer partícipe al público desde el principio con entrevistas, fotos, ensayos y hasta una web específica, en la que el público puede ver los entresijos del espectáculo.

SHANGAY ⇒ La última vez que hablamos contigo nos confesaste lo duro que fue dejar de bailar. ¿Lo echas de menos?

Antonio Najarro ⇒ Muchísimo. Acabo de salir de clase de ballet, que la tomo todos los días, y es lo único que me da un poco de respiro. Seguramente, este año vuelva a bailar. Daré alguna sorpresilla encima del escenario, pero es pronto para contarlo.

  • EL ESPECTÁCULO SOROLLA DEL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA SE REPRESENTA DEL 28 DE AGOSTO AL 14 DE SEPTIEMBRE EN LOS TEATROS DEL CANAL (C/CEA BERMÚDEZ, 1) DE MADRID.

    Foto Najarro: Ruven Afanador
    Fotos Sorolla: Stanislav Belyaevsky

     

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