Primero le eligen y ahora prescinden de él por “motivos deportivos”. Todo ello después de confesarse gay y afirmar en una entrevista como mínimo cuestionable que se duchaba solo para no incomodar a sus compañeros. Esta es la historia de Michael Sam, el primer jugador abiertamente homosexual de la NFL. Los St. Louis Rams hicieron historia al elegirle para su equipo, pero ahora han dado marcha atrás. Lo cierto es que las circunstancias y los antecedentes polémicos no aclaran por completo el escenario.
Aun así, su ya ex entrenador, Jeff Fisher, dejó claro que rema “a favor” de Mike y que cumplió con “todo lo que le pedimos”. Sam quiso despedirse a través de un comunicado donde agradecía a la franquicia y la ciudad haberle dado la oportunidad de jugar al máximo nivel. “El viaje continúa”, señaló el deportista, que acaba de ser fichado por los Dallas Cowboys: buena suerte, vaquero.
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¿Te parece que hay gato homófobo encerrado?