En el mundo del artisteo es obligatorio que, después de un periodo de gran exposición, atravieses una temporada de perfil bajo. Le ocurrió a Lucía Pérez en 2011 tras representar a España en Eurovisión, donde terminó en el puesto 23. Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, regresa con nuevo disco, Quitapenas, y dispuesta a permanecer ajena a las convenciones y exigencias del gremio. Y qué si ha estado tres años fuera del panorama musical, y qué si sus temas no suenan en la radio. La obsesión por el éxito mediático no parece ir con ella.
SHANGAY ⇒ ¿Qué opinión te merece Eurovisión después de tu paso por el festival?
Lucía Pérez ⇒ La experiencia fue positiva. Cuando vives Eurovisión te das cuenta de lo grande que es. Cuando la gente habla del festival a la ligera siempre digo que es porque no lo han vivido en directo. No sé por qué, este año lo viví más intensamente que otros. Estaba muy emocionada y melancólica.
SHANGAY ⇒ ¿Qué te pareció la última edición?
Lucía Pérez ⇒ Sabía que Conchita Wurst iba a quedar bien posicionada, era una apuesta muy atractiva. Me pareció estupendo que ganara, pero porque es una buena canción y una estupenda intérprete. Que ganara una persona con una imagen tan potente era bueno, no solo para el colectivo gay sino para el festival. Lo peor es que se habló más del aspecto físico que de lo realmente importante.
«SENTÍ MUCHO IR A EUROVISIÓN CON UNA CANCIÓN QUE NO ERA DE MI ESTILO»
SHANGAY ⇒ ¿Y Ruth Lorenzo?
Lucía Pérez ⇒ Hizo una fantástica actuación, con un tema 100% para ella, no como en mi caso.
SHANGAY ⇒ ¿Qué falló en tu caso?
Lucía Pérez ⇒ La canción. Lo que sentí mucho fue ir a Eurovisión, que es una vez en la vida, con una canción que no era de mi estilo. Me tocó, no podía decir nada, era mi única opción y la acepté. Pero era un tema con el que yo no habría concursado. Ahora que estoy presentando mi primer disco después de Eurovisión, hay canciones aquí mucho más apropiadas, como ‘Después de ti’, con las que me hubiera sentido más a gusto. Ojalá me quite la espina y pueda volver.
«OJALÁ ME QUITE LA ESPINA Y PUEDA VOLVER A EUROVISIÓN»
SHANGAY ⇒ Parece que tarda mucho en llegar tu nuevo trabajo, ‘Quitapenas’, después de darte a conocer con Eurovisión.
Lucía Pérez ⇒ Sí, han pasado tres años, pero el año después del festival no pudimos plantearnos un disco. Quería hacer algo muy meditado y no quería sacarlo con una fecha de entrega. Sin presión y de la forma más digna. Mucha gente me dice que he estado mucho tiempo callada, y no es eso, es que he estado trabajando y seguí actuando. ¿Podría tener más nombre y que se hablara más de mí? Pues sí, pero eso no se elige ni me preocupa. Yo sigo viviendo de la música y trabajando. Parece que hay que estar justificándose por no estar en la cresta de la ola. Hay muchos niveles y no lo veo como escalones a subir, son distintas maneras de trabajar que conviven naturalmente.
SHANGAY ⇒ El disco tiene un acento marcadamente latino. ¿Mejor centrarse en Latinoamérica que en España?
Lucía Pérez ⇒ No es que una esté por encima, pero sí que está muy enfocado a Latinoamérica. Colombia, México y Chile son países de los que hemos recibido propuestas y el arte del disco no puede ser más colorido, fue una suerte poder contar con el trabajo de Boa Mistura. En México actué en febrero, por ejemplo, y me encantó.
SHANGAY ⇒ ‘Quitapenas’ es una combinación de ritmos latinos y baladas.
Lucía Pérez ⇒ La gente no conoce mucho ese camino, pero las baladas son lo mío. Me siento muy cómoda en ese registro dramático, con el melodrama, y este disco es un buen ejemplo.
SHANGAY ⇒ Lo más sorprendente es la versión de ‘Moonlight Shadow’ de Mike Oldfield.
Lucía Pérez ⇒ Fue una propuesta mía, me encanta Mike Oldfield y surgió la idea de hacerla. Era una apuesta arriesgada porque es difícil plasmar la esencia de un clásico así, pero queríamos hacer una adaptación digna al castellano.
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