Da igual lo famoso que seas, al final todos somos humanos y en un momento de calentón nos comportamos igual. Eso le tuvo que pasar a Trey Burke, jugador de los Utah Jazz, cuando decidió mandar unas fotos muy privadas a una de sus amantes. El problema de estos divertidos juegos sexuales es que entrañan un riesgo, y ese riesgo se materializó a principios de esta semana cuando las fotos empezaron a fluir por las redes sociales.
Burke, que acaba de comenzar la pretemporada, ha sido rápido en disculparse: “Primero, y lo más importante, quiero pedir perdón públicamente a mi familia, a la familia Miller (dueños de los Jazz) y a mis compañeros». No entendemos muy bien por qué tiene que pedir tantas excusas pero, por si fueran pocas, ha continuado diciendo: «Ya hemos hablado de ello en el vestuario. No va a pasar más. Eran fotos viejas y se suponía que eran privadas. De aquí en adelante, mis acciones y mis decisiones serán mucho mejores».
La franquicia ha asegurado que va a comenzar unas investigación para llegar al fondo del asunto y conocer quién ha filtrado las imágenes. Nosotros, sin embargo, se lo agradecemos y deseamos que haya más. Los sueños (húmedos) son gratis.