Atrapados en su sueño. Biel y Adolfo, una pareja gay mallorquina, querían tener hijos a través de vientres de alquiler. Para ello, decidieron recorrer 10.000 kilómetros e ir hasta Tailandia, donde llevaron a cabo el encargo con dos mujeres distintas para que cada uno tuviese un retoño al mismo tiempo, según cuenta el diario El Mundo. Ya solo quedaba esperar a un alumbramiento que vino con sorpresa.
En el quinto mes de gestación, Adolfo y Biel pasaron de ser futuros padres primerizos a futura familia numerosa: en un vientre esperaban dos niños y en el otro, tres. Todos varones. Esta práctica, en su momento todavía era legal en el país asiático, pero el riesgo de quedar atrapados sin una ley que les amparase era una posibilidad, al depender, en muchos casos, de mafias corruptas y organizadas.
A ello hay que añadir que faltaban escasos días para que se les acabase el visado, por lo que la opción de tener que marcharse y abandonar allí a sus hijos crecía peligrosamente. Las madres de Biel y Adolfo tuvieron que hacer las maletas y acudir al rescate antes de que sus nietos nacieran, totalmente sanos por otra parte. La pareja estaba atrapada y su situación empeoraría cuando un escándalo sobrepasó las fronteras de Tailandia: un magnate japonés había tenido 15 hijos procedentes de vientres de alquiler y una pareja australiana había abandona a su hijo por nacer con síndrome de Down.
Estos hechos provocaron que le Gobierno decidiese intervenir para paliar el vacío legal que existía en toda esta materia. Una ley que entrará en vigor a finales de 2014 limitará que las madres de pago solo puedan gestar hijos para familiares y parejas heterosexuales. Así, Biel y Adolfo pasaron seis meses de odisea en Tailandia hasta que consiguieron volver, pero al menos 11 parejas gays españolas continúan allí sin poder salir del país a la espera de correr mejor suerte. Desalentador.
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