Hace pocos meses, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, afirmaba que ser gay era “uno de los mayores regalos que le había hecho Dios”. Tal es su activismo que, después de condenar la discriminación de los empleados del colectivo LGTB en Alabama, una miembro de la cámara de representantes ha decidido presentar un proyecto de ley con su nombre.
Cook, que decidió hablar públicamente de su homosexualidad para “apoyar a todos los que se sintieran solos”, también condenó que el estado donde nació estaba tomándose demasiado tiempo en tomar medidas a favor de la igualdad.
A principios de semana, el portal Buzzfeed contaba que Apple, como empresa, era reacia a que el nombre de una de sus caras más visibles se asociase con la política. Este hecho provocó que la ilusión de Patricia Todd, responsable de la iniciativa, se desmoronase. “Recibí una llamada de Apple pidiéndome que la ley Tim Cook no se llamase así, no quieren que su compañía esté vinculada con batallas político-sociales”, explicaba la congresista.
No obstante, tras la publicación de este relato, la marca daba marcha atrás y publicaba un comunicado donde explicaba que para Tim era un honor ceder su nombre a esta causa, al tiempo que pedían disculpas por el fallo de comunicación. Rencillas al margen, lo importante es que la ley salga adelante.
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