La justicia va lenta, pero en algunos países sigue su curso. En el año 2012, Lambert Borgardt agredió a dos gays, e incluso llegó a romperle 6 dientes auno de ellos. Ahora, ha sido condenado a 10 años de cárcel y 200 horas de servicio a la comunidad. Andrew Oppleman y su amigo Nick Soret fueron atacados durante el día del Orgullo en la localidad tejana de Austin, pero el agresor no se fue de rositas porque una cámara recogió el desagradable incidente.
Ellos solo iban a comprar una pizza, que les saldría más cara que nunca: nariz rota y dientes volando. Borgardt, pese a todo, no ha sido condenado por un crimen de odio relacionado con la orientación sexual, sino por la acción en sí. El agresor mostraba su arrepentimiento a un medio local: “Lo siento desde el fondo de mi corazón, haré lo que me pidan para pagar lo que pasó”. El que la hace, la paga. Sirva como ejemplo.
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