Son una alegría cada día de nuestras vidas. Inocentes, nobles y más coherentes que muchos adultos. Una vez más, un niño de 9 años nos vuelve a dar una lección de igualdad y civismo descubriendo lo que le pedía a Papá Noel en su carta. ¿Regalos? Nada de eso. Que se acabe la discriminación y se reconozcan los derechos del colectivo LGTB. Él, que además tiene una hermana transexual, sabe perfectamente de lo que está hablando. Precioso, seguro que se ha portado bien y Santa Claus lo tiene muy en cuenta.
Querido Santa,
Deseo que todo el mundo tenga igualdad, ya sea negro, blanco, gay, transgénero o cualquier otra situación. Deseo que todas las familias amen a todos incluso si son trans o gays. Deseo que no haya tiroteos ni odio ni racismo. Mi hermana mayor se llama Molly. Ella antes se llamaba Sam, pero cuando tenía 18 años nos dijo que era transgénero. Tomó hormonas que hicieron que su aspecto y su voz fueran los de una mujer. Afortunadamente, mi familia y yo la aceptamos, pero algunas familias no son así. Algunas personas han matado a sus hijos por ser transgénero o gays. Quiero que eso pare, y que comience el amor.
Amor, B
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