Salir de casa por la noche y volver con algún tipo de percance físico se está convirtiendo en peligrosa y homófoba rutina. Esta vez, dos jóvenes de 24 años tuvieron que ser trasladados al hospital salmantino Virgen de la Vega tras ser increpados por otras dos personas debido a su condición sexual. El resultado: golpes, contusiones, nariz rota y corte en un ojo. La policía investiga lo sucedido, aunque ya se ha desmarcado negando que el móvil tenga que ver con ser homosexual.
Iguales, el colectivo por la igualdad y los derechos de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Salamanca, se ha apresurado a condenar el ataque homófobo según la víctima, al tiempo que mostraba su preocupación por el aumento de estas agresiones en España en estos últimos meses. «Se sigue negando o minimizando el carácter homófobo, bífofo o tránsfobo de muchas de las agresiones que sufre el colectivo LGTB en Salamanca, en Castilla y León y en el resto del estado. Sabemos, por tanto, que la mayor parte de estas agresiones caen en el olvido, al no atreverse sus víctimas a denunciar ante la falta de empatía que encuentran en las instituciones públicas”, manifiestan.
La historia parece el cuento de nunca acabar: “Condenamos la agresión y pedimos que se detenga a los agresores, pero, incluso más importante, es que la Policía y la Fiscalía estén a la altura en este tipo de delitos”. Y mientras tanto, se siguen sucediendo estos episodios.
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