Érase una vez, muchísimo antes de que se hablara de colectivo LGTBIQ+, los gais (homosexuales, maricas, maricones, invertidos…) fuimos encasillados en un estereotipo de hombres sensibles, adinerados y afables que, cuando la noche nos confundía, eramos capaces de sacar nuestra lado más oscuro, vicioso, pervertido… y, por lo tanto, peligroso para la sociedad. Los medios de comunicación se encargaron de perpetuar el estigma y fueron necesarias muchas décadas de lucha, visibilización, madurez y pedagogía para conseguir quitárnoslo de encima.
Afortunadamente actualmente nuestra realidad ha cambiado, es más brillante y diversa, al menos en lo que conocemos como primer mundo. Hemos conseguido eliminar casi de pleno aquella etiqueta e intentamos crear nuestra propia narrativa derribando el resto o creando otras que, en vez de difamarnos, nos representen y ayuden a empoderarnos como comunidad. Porque las etiquetas, si son elegidas y tienen un fin apropiado, no tienen porque ser malas.
Volvamos a remontarnos a aquellos años oscuros. En aquella época los gais necesitaban reafirmarse ante el odio; por eso crearon un lenguaje ad hoc. Un ‘glosario gay’ que incluía muchos términos que nos ayudaban a diferenciarnos dentro de nuestra propia sigla. No era encasillarse, todo lo contrario, era manifestar que los gais no somos una masa uniforme. Así podíamos desenvolvernos bajo nuestras reglas cuando socializábamos en espacios seguros y, además, usando un idioma que nuestro opresor no entendía. De alguna forma significa, sobrevivir.
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Muchos de estos términos que los gais creamos para clasificarnos siguen permaneciendo a día de hoy. Incluso existe una curiosa web en la que puedes averiguar cuál es tu tribu gay. Es muy fácil, tan solo tienes que incluir tu edad, altura, peso, el diámetro de tu cintura y cuán peludo eres. Parece una broma pero la aplicación calcula en pocos segundos tu grupo de pertenencia, las características de la tribu a la que se te relaciona, la compatibilidad que tienes con los ‘miembros’ de otras tribus e incluso las estadísticas sobre pasivos, activos y versátiles que se dan dentro de tu grupo social. No sirve para demasiado, pero las risas están aseguradas.
Y ahora que estás dentrísimo del mood, te preguntarás: ¿cuáles son estas tribus gais de las que hablamos? Aunque existen muchas otras, a continuación te definimos (también con fotos) las opciones que puedes encontrar en la aplicación en cuestión:
Twink
También conocido como niñatos o yogurines. Son jóvenes que apenas han superado la mayoría de edad. Su aspecto es adolescente o de adulto joven, su cuerpo delgado con extremidades largas y delgadas, poca grasa y poco músculo. También se caracterizan por ser lampiños o con poco vello corporal. El término procede de unos populares bollitos de relleno cremoso creados por la marca Hostess, los twinkies. Más tarde con la palabra se creó un inquietante acrónimo TWINK: Teenage, White, Into No Kink (Adolescente Blanco Sin Perversiones Sexuales).
Nutria (Otter)
Un hombre pequeño o muy delgado y velludo. Generalmente tienen mucho vello corporal, al igual que los osos, pero son más pequeños y/o pesan considerablemente menos que los osos. El pelo no es lo único que les diferencia de los twinks porque también son más musculosos o tienen más grasa corporal. Los gais nutrias se mueven muchas veces en los mismos territorios que los osos, así que no será difícil que los veas mezclados.
Cachorro (Cub)
Los oseznos son hombres jóvenes, normalmente menores de 30 años, con apariencia y complexión de oso. Son los tiernos aprendices de la manada osezna.
Pups
Pup significa litealmente cachorro o mocoso. No tenemos demasiado claro quién entraría dentro de esta tipología, pero suponemos que si eres un crío descubriendo el mundo gay y no te sientes identificado físicamente con los twinks o con los oseznos, eres un pup.
Musculoco (Gym rat/ Gym bunny/ Muscle pup)
Si es atlético, tiene los músculos cincelados en su cuerpo y su modo de vida (y muchas veces sus conversiones) se circunscribe al deporte y al gimnasio, ahí lo tienes, es un musculoco. Normalmente también tiene relación con ser joven, aunque el rango de edad está poco definido mientras aparente lozanía. Esta aplicación en concreto los clasifica en muscle pup, gym bunny o gym rat dependiendo de su edad: niñato, adulto o senior respectivamente. El término ha adoptado un cariz muy despectivo dentro de la comunidad y muchas veces se utiliza para atacar a una persona insustancial y boba a la que le gusta cuidar su físico. Que los prejuicios no te nublen, puede ser un musculoco y ser una persona increíblemente culta e interesante.
Chub
Los chub generalmente son muy gordos, tienen una barriga enorme. Algunos pueden ser peludos, pero normalmente no tiene vello.
Daddies
Es el gay adulto, experimentado, con educación, buena posición y sin dificultades monetarias. Lo que define a estos papsitos es que, normalmente, suelen atraer y entablar relaciones con gais mucho más jóvenes que ellos, de ahí su apelativo. Los daddies suelen asumir dinámicas de cuidado, tutoría o liderazgo sobre sus parejas y parecen más que un novio, un padre, maestro o entrenador.
Wolf
¿Recuerdas a Hugh Jackman como Lobezno (Wolverine) o Taylor Lautner como el hombre lobo de Crepúsculo? Pues nada que ver con ninguno de los dos perfiles. Según la hemeroteca LGTBIQ+, los lobos gais son hombres de complexión normal, velludos y, generalmente, rapados y con barba.
Muscle bears
Un osazo de los cachas. Siguen siendo gigantes y peludos, pero sus músculos se imponen sobre la grasa. Si además eres un osezno jovencito, ya sabes, eres un muscle cub.
Cazador (chaser)
Alguien que siente atracción por los osos y que no corresponde a los estereotipos físicos de oso ni de cachorro.
Ciclado (gainers)
Eres una mole de músculos. Usas una ayudita extra para hacerlos crecer sin parar, y lo sabes.
Normalito (average)
En la media. No nos confundamos, la mayoría somos average. Ser normalito en esta aplicación nos parece un orgullo a celebrar. ¡Vivan los gais estándar!
None
Si estás dentro de este grupo, «nada», formas parte de la disidencia. Como no estás en ninguna tribu tienes vía libre coquetear con la que quieras o, incluso, crear la tuya propia.
Si quieres hacer la prueba y descubrir cuál es tu tribu, entra en la página de Gay Cliques Census. Además, pondrás tu granito de arena para un censo global con el que se pretende averiguar cuáles son las tribus con más integrantes.