Sandro Loez –el apellido artístico procede del original, López– asegura que no aceptó participar en la actual edición del programa ¿Quién quiere casarse con mi hijo? [QQCCMH] porque buscase popularidad, que es lo que cualquiera pensaría –de hecho, que le reconozcan donde va todavía no lo lleva especialmente bien, y enfrentarse a reportajes como este todavía le provoca insomnio a causa de los nervios–.
Cuando le ofrecieron esta oportunidad pensó que debía aceptarla por dos motivos. El primero, para intentar cambiar la imagen que sentía que todos quienes le conocían tenían de él. Diez años como go-gó marcan, y Sandro ya no podía con el hecho de que mucha gente pensara que era un chulo engreído.
El segundo motivo por el que se lanzó a la aventura fue que sufría una falta de autoestima tremenda tras una relación de tres años (“muy jodida”) que se había terminado. Parece mentira, pero Sandro realmente aceptó participar en el programa porque buscaba el amor. Cuando lo confiesa, se le llenan los ojos de lágrimas, como tan a menudo le ocurre en QQCCMH. Si en televisión en ocasiones distorsionan tanto sus gestos más característicos hasta casi convertirle en caricatura, al natural resulta ser mucho más inseguro, bastante más sexy y menos narciso de lo que cabía imaginar.
«A RAÍZ DEL PROGRAMA ME SIENTO REALMENTE DESNUDO, AHORA TODO EL MUNDO VE MI LADO SENSIBLE»
Tras participar en 2014 en el certamen de Mr. Gay Pride España –llegó a la final y se hizo con el premio reservado a Mr. Gay Sonrisa–, este arquitecto de interiores que no ejerce vuelve a hacer bandera de su homosexualidad en otro concurso, esta vez televisivo. El motivo por el que le invitamos a posar en la Sauna Paraíso de Madrid y desnudarse tanto literal como metafóricamente hablando. Quitarse la ropa le costó poco, y a los escasos minutos de entrar en situación demostró tener cero pudor. Asegura que lleva peor el desnudo emocional. “¿Sabes qué me da coraje ahora? Que a raíz del programa me siento realmente desnudo. La gente siempre me ha tratado como si fuese un chulo prepotente sin sentimientos, que lo único que buscaba era liarme con unos y con otros. Ahora todo el mundo ve mi lado sensible, que siempre lo había guardado para la persona con la que estaba, y es raro”.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué te presentaste a Mr. Gay Pride España?
SANDRO LOEZ ⇒ Estaba trabajando de portero en una discoteca de ambiente en Sevilla [Lux], y una noche llego y me dicen que no me quede en la puerta, que entre. Mis compañeros me habían apuntado al concurso de Mr. Gay sin avisarme. Gané [fue coronado Mr. Gay Pride Málaga, porque él se considera muy malagueño] y al poco me vi en Madrid en la final, en pleno Orgullo, en la plaza de Callao. Me harté de llorar, fue el momento más feliz de mi vida, te lo juro.
SHANGAY ⇒ También ligarías, ¿no?
SANDRO LOEZ ⇒ Ligué, sí. Pero solo con uno (hubo otros místers que se liaron con varios), con Mr. Gay Pride Valencia, Emilio [José Albert]. Un chico guapísimo con el que pasé una primera noche estupenda. Al día siguiente empecé a conocer a Vicente [Mr. Gay Pride Córdoba, uno de los aspirantes a conquistarle en el programa], y sentí mucho feeling, me gustaba de verdad. Pero la segunda noche se lió con Vicente, ¡para mi sorpresa! Estuvieron toda la semana ‘rollo novios’, y encima yo me hice amigo de los dos. Cuando vi a Vicente entrar por la puerta el primer día de grabación del programa como uno de mis pretendientes no me lo podía creer. Y ahí volvió el feeling…
SHANGAY ⇒ ¿Lo vives todo en el programa tanto como pareces?
SANDRO LOEZ ⇒ Sí. Se me nota cuando finjo las cosas, porque soy muy expresivo. En cuanto me conoces un poco lo ves.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo te ves cada semana cuando pones el programa?
SANDRO LOEZ ⇒ Me río de mí mismo, porque es para reírse. Salvo cuando me veo emocionarme, porque me siento muy vulnerable. Porque me sacan tal como soy. En otros compañeros sí veo más momentos cómicos que en mí. Vais a ir viendo en lo que queda del programa que he vivido una historia de amor muy bonita, y siento que lo han valorado.
SHANGAY ⇒ ¿No te parece que se burlan de ti cada vez que te colocan un brillo deslumbrante en la sonrisa?
SANDRO LOEZ ⇒ Me parece gracioso, soy el primero que me río cuando lo veo. Si encima trabajo de teleoperador vendiendo seguros dentales, ¡para que veas! [risas]. Pero cuando voy por la calle no siento que la gente se ría de mí por freaky o por tróspido, al revés, noto mucho cariño.
SHANGAY ⇒ Debes ser consciente de que también son muchos los que te critican y se mofan.
SANDRO LOEZ ⇒ Como las maricas que dicen de mí ahora en Twitter que si soy chapero… No me insultan por decírmelo, tengo buenos amigos que lo son, y es una profesión tan digna como cualquier otra. Pero nunca me he prostituido, no he tenido necesidad, gracias a dios. Ese tipo de comentarios no me ofenden, no les hago ni caso.
SHANGAY ⇒ De los concursantes gays de ediciones anteriores, ¿cuál era tu favorito?
SANDRO LOEZ ⇒ Es que nunca lo había visto… A mí me preguntaron si quería encontrar el amor de verdad y dije que sí sin pensármelo. Cuando me cogieron fue cuando me puse a ver capítulos para ver dónde me metía. Ahora que he vivido la experiencia te digo que volvería a hacerlo. Antes del programa solo me fijaba en musculitos, tíos de gimnasio, y a raíz de QQCCMH, que me pilló en un momento en que necesitaba mucho cariño, pude empezar a valorar a muchos de los chicos por lo que hay detrás de su físico.
«ME DA CORTE SALIR POR EL AMBIENTE POR SI LA GENTE SE RÍE DE MÍ»
SHANGAY ⇒ Aseguras que la popularidad no te interesa especialmente…
SANDRO LOEZ ⇒ ¿Es que de verdad vas a pensar que de entre 60 personas que participan en el programa tú vas a destacar, o vas a ser a quien quiera la gente? Al revés, yo me esperaba sobre todo críticas. Porque siempre me han llamado chulo, prepotente y estúpido, basándose en mi apariencia, sin conocerme. Así que esta vez pensé “Si hablan mal, que sea con motivo”.
SHANGAY ⇒ ¿Eres consciente de que en el ambiente gay se te está criticando bastante?
SANDRO LOEZ ⇒ No, porque no he salido por el ambiente desde que se empezó a emitir el programa. No me atrevo, me da corte por si la gente se ríe de mí. Voy a esperar a que pase un poco más de tiempo, aunque salir, saldré pronto, porque llevo más de un mes sin hacerlo y ya toca. Me vine a Madrid hace cuatro meses para buscarme un trabajo normal y procurar que lo de la tele no me afectara, y espero que sea así.
SHANGAY ⇒ ¿Entiendes que haya quien se mofe de ti por la imagen que das en el programa de narciso y coqueto?
SANDRO LOEZ ⇒ Si es que no estoy nada obsesionado. Y me considero un tío normalito, de 5. Voy todos los días al gimnasio 45 minutos, pero luego si me apetece me pongo ciego a pizzas. Y sí, me gusta darme mis rayos UVA, tanto en verano como en invierno. Mis hermanos mayores, que son heteros y los típicos ‘sevillitas’, se cuidan tanto como yo. Nuestros padres nos inculcaron la pasión por el deporte, así que es algo que me ha gustado siempre. Incluso he sido campeón de la Federación española de esquí, y he competido en snow y en vela.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo has vivido esta primera vez en una sauna?
SANDRO LÓPEZ ⇒ Ha sido una experiencia divertida. Y he pensado el morbo que debe dar cuando está llena de chicos desnudos, suena sexy. Pero no es mi rollo, aunque tampoco me cierro a nada, y si un día surge ir con amigos, iré. En Sevilla es distinto, porque somos más cerrados de mente y no está bien visto ir, pero en Madrid o Barcelona es distinto.
SHANGAY ⇒ ¿Qué situaciones morbosas has vivido en sitios inesperados?
SANDRO LÓPEZ ⇒ Solo se me ocurre una, porque soy muy modosito, aunque no lo parezca [risas]. Una vez fui con mi ex novio al cine, la película era superaburrida (ni me acuerdo cuál era) y me dijo que me fuera al baño con él. Y allí lo empotré. Me encantaron ese morbo y esos nervios de que pudiera entrar alguien en cualquier momento. Pero no lo he vuelto a hacer.
SHANGAY ⇒ ¿Quién ha sido la última persona que te ha visto desnudo antes que nosotros?
SANDRO LOEZ ⇒ Buena pregunta, pero no se puede saber.
SHANGAY ⇒ ¿Y tus principales sex symbols?
SANDRO LOEZ ⇒ Ricky Martin y Pablo Alborán. Los dos son mi prototipo de chico ideal. Ricky siempre ha sido mi ídolo, y me identifico mucho con él porque sé lo difícil que es dar el paso de reconocer tu homosexualidad y luchar por tus derechos.
«CUANDO VENCÍ EL MIEDO A DECIR QUE ERA GAY ME DI CUENTA DE LO QUE HABÍA SUFRIDO»
SHANGAY ⇒ ¿Ocultaste en algún momento que eras gay?
SANDRO LOEZ ⇒ Hasta los 23 años, que fue cuando di el paso y salí del armario. Mi madre se lo había olido siempre, aunque yo tenía mis novias y no pensaba en chicos. Pero sí notaba que me faltaba algo, y cuando lo tuve de verdad claro se lo conté. A mi padre al principio se lo ocultamos, porque le veía más cerrado, al fin y al cabo era el presidente del PP de Tomares. Le costó aceptarlo, pero nunca me faltó al respeto. Poco a poco fue intentando comprenderme y conocerme. Hoy día todo ha cambiado, soy su ojo derecho. Una vez que vencí el miedo a decir abiertamente que era homosexual fue cuando realmente me di cuenta de lo que había sufrido.
SHANGAY ⇒ Desde entonces, con el orgullo gay por delante…
SANDRO LOEZ ⇒ Absolutamente. Mi novio entraba en casa como uno más. Y mi padre, superorgulloso de que el año pasado fuese Mr. Gay Smile.
SHANGAY ⇒ Ahora que te has soltado y sales desnudo en este reportaje, ¿te ves despelotándote más a menudo en los medios?
SANDRO LOEZ ⇒ ¡No, nunca iré a Adán y Eva! Una cosa es insinuar, pero otra sería exponerme a ese nivel. Y eso que yo he trabajado de gogó durante diez años y he hecho striptease. Pero entonces ese era mi trabajo, y no podía permitir que nadie me viera inseguro de mí mismo, por eso representaba un papel. Encima del pódium sí iba de chulo de discoteca, ciclado, haciendo una dieta estricta y con aceite en el cuerpo. Hace dos años que lo dejé, y lo de ahora es otra cosa: me muestro como Sandro, sin ningún disfraz.