Desde que en 2013 se aprobara una ley que castiga la ‘propaganda’ de la homosexualidad y su práctica, el colectivo LGTB sufre una persecución contante, así como humillaciones, acosos y agresiones fisicas de bandas organizadas.
Ser gay en Rusia es un programa que se emite esta noche, lunes 2 de marzo de a las 00h en La 2 de TVE. Un escalofriante documental producido por la BBC que retrata la situación del colectivo homosexual en el país más grande del mundo.
“Para mí, los homosexuales son insectos. No merecen vivir al lado de la gente normal”, asegura convencido un joven que, como buena parte de los ciudadanos rusos, no acepta la homosexualidad a pesar de que fuera legalizada hace veinte años.
Una ola homófoba se ha apoderado de la sociedad y las actitudes hacia los homosexuales están sufriendo un retroceso. La intimidación es algo habitual y el colectivo está sumido en el miedo a las humillantes agresiones, muchas de la cuales son emitidas en las redes sociales. Agresiones físicas y cazas al gay por parte de las llamadas bandas de vigilantes, que ven en esta orientación sexual un peligro para la sociedad.
Arropados por la nueva ley contra la ‘propaganda homosexual’, estas organizaciones de tintes ultranacionalistas emplean el engaño para atraer a los homosexuales al lugar donde se encuentra la banda, mediante aplicaciones web y falsos foros, y allí les golpean, les insultan y les humillan. Luego las publican en Internet, donde miles de personas se conectan para contemplar palizas, insultos e incluso micciones sobre sus víctimas.
“La temporada de caza está abierta y nosotros somos sus presas”, relata en el documental Dima, un joven homosexual que perdió un ojo en uno de los ataques de estos grupos homófobos.
La polémica internacional está servida, desde los conflictos que mantuvo Rusia con el COI a la hora de celebrar losJuegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014 hasta la acusación abierta de muchos países de tratar a los homosexuales como ciudadanos de segunda. Pero la situación es aún más crítica, porque casi la mitad de los rusos siguen pensando que los gays y las lesbianas deberían recibir tratamiento médico o psicológico.
Además, la Iglesia Ortodoxa controla la moral de la sociedad rusa y refuerza la estúpida creencia de que existe un vínculo entre la homosexualidad y la pedofilia. “Ni tan siquiera el ganado practica algo así. Yo les considero espiritual y moralmente enfermos”, afirma un sacerdote entrevistado en el documental.
La impunidad de las agresiones es total. Ni la autoridad civil ni la eclesiástica condenan ninguna de las brutales agresiones, pese a que estas cuentan con vídeos y documentos gráficos en las redes, donde se pueden apreciar el rostro y las voces de los agresores.
“Esto es Rusia, un infierno para los homosexuales”, asegura con frialdad Timor, un integrante de una banda de vigilantes homófobos. Y por desgracia lleva razón, así lo vemos a través de este especial que nos acerca la verdadera situación de los jóvenes LGTB en Rusia, que viven con pavor ser descubiertos, delatados o hacer algo que les situé en el punto de mira de los agresores.
Para ver los vídeos de agresiones homófobas en la red, pasa página