“No lo había hecho público antes porque tampoco se había dado la oportunidad, pero creo que reconocer lo que uno es no cuesta tanto, no es tan terrible”. Esa debe ser la actitud. Con esta naturalidad, la ciclista profesional chilena Florencia Espiñeira salía del armario en una entrevista para La Tercera. Una vez se legalizó el matrimonio gay en el país sudamericano el pasado mes de enero, nos encontramos ante la primera deportista chilena de élite en realizar unas declaraciones como estas.
“Yo soy gay, y si decirlo sirve para que todos en la misma situación hagan lo mismo, perfecto”. Fuera complejos, se expresa desde la valentía y la tranquilidad, esperando que en nada afecte esta decisión a su carrera: “Yo no tengo ningún complejo. Estoy orgullosa de poder estar en las carreras. Evidentemente, siempre preocupa que pueda darse una discriminación en el ámbito profesional, porque es tu fuente de ingresos, pero no creo que eso vaya a pasarme”.
Un último deseo: “Que la orientación sexual de cada uno pueda dejar algún día de ser noticia en Chile”. Está claro que en el mundo del deporte todavía queda mucho por hacer, más allá de que toda esta visibilidad sea positiva. ¡Brava!
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