“Jesucristo descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos”, repiten los teólogos actuales. Algo así le ha ocurrido a un fresco pintado por Andrés García Ibáñez en 1999 en la parroquia de La Concepción de Albox (Almería). Llevaba desde 2010 tapado por una cortina hasta que el nuevo párroco, Antonio Saldaña, ha procedido a su ‘liberación’.
Parece ser que Alberto Pelegrina, antiguo párroco, decidió cubrir el fresco aprovechando la celebración del Jueves Santo de hace cinco años, excusándose en que el acto requería de “una imagen más solemne”. Lo tapó por voluntad propia, sin presiones del obispado de Almería ni de ninguna institución religiosa, y así lo ha dejado hasta el final de su cargo.
Aunque los motivos de su censura no se conocen a ciencia cierta, algunos feligreses han dejado entrever que el gesto amanerado, las caderas y la pose afeminadas del Cristo podrían tener algo que ver. No gustaba a todos los fieles, y probablemente a Pelegrina tampoco, por eso pudo querer ponerlo a la sombra. ¿El Cristo resucitado de Albox le quitará el título de patrón gay a San Sebastián?
Aunque la polémica en Albox está servida y hay opiniones para todos, nosotros estamos muy contentos por la liberación de la Conchita Wurst de Albox. Ha renacido como un Fénix y esperamos que genere tanto ruido y memes divertidos como aquel Ecce Homo de Borja (Zaragoza) y su restauradora Cecilia, o como Belén Esteban en GH VIP, que no es arte pero es un cuadro.