Con todos ustedes, Padre Damián y Juanmi, no confundir con Juani. Ambos fueron los protagonistas indiscutibles anoche en La Voz, que arrasó con un 26,9% de cuota de pantalla y dejó anécdotas para el recuerdo.
El cura hipster, como le denominaremos a partir de ahora, solo tenía un objetivo: cantar al amor. Para ello, con Laura Pausini entregada y contagiada por el espíritu de su compatriota Sor Cristina, deleitó al público con el Angels de Robbie Williams. Emoción hasta el final, pero premio mayúsculo: Malú y Antonio Orozco pulsaban en el último momento. Orozco será su coach a partir de ahora gracias a una “llamada celestial”, como él mismo la calificó. “Yo te podría ayudar a ganar La Voz si tú me ayudases a entrar en el cielo porque no me quedan puntos”, se confesaba el artista. Amén.
¿Y el joven Juanmi? Con su femenino timbre, su versión de The Climb de Miley Cirus y un telón gigante que cubría su físico tuvimos el momento ambiguo de la noche. Así pasó, a la pobre Malú se le juntó la audición a ciegas con un problema de tímpano y acabó confundiéndole con una mujer, Juani concretamente. “Pero si es un hombre”, le tuvo que gritar Orozco, que por cierto, acabó llevándose el gato al agua de nuevo. La cantante intentó salvar la honra como buenamente pudo: “Pensé que eras una mujer desde el principio, pero me alegra que seas un hombre, enhorabuena”. Lo que no quedó muy claro es por qué basó su argumento para convencerle con un “el equipo de Antonio está cargado de mujeres”. Suponemos que simplemente se hizo un lío.