Curioso como mínimo. Un estudio realizado en la Universidad de Melbourne revela la desigualdad salarial en Australia dependiendo de tu condición sexual. Así, los hombres gays cobran hasta un 18% menos que los heterosexuales, mientras que las lesbianas cobran un 33% más que las demás mujeres.
Esta tendencia se repite a lo largo del planeta, pues investigaciones similares revelan que en Canadá, Alemania y Reino Unido los hombres cobran 12, 9 y 5 puntos porcentuales menos que los heterosexuales, respectivamente. Mientras, en estas mismas regiones las lesbianas se embolsan un 15, 11 y 8 por ciento más que las heterosexuales.
¿Y las razones? Pues en el caso masculino se atribuye a la homofobia que podrían padecer aquellos que muestran su condición sexual abiertamente, mientras que en el femenino puede hace referencia a que es menos común que tengan hijos y dediquen así más horas al trabajo. No obstante, Xavier Sala i Martin, economista y profesor de la Universidad de Columbia, argumenta que la valentía prima más allá de la propia sexualidad. Admitirlo públicamente no tiene término medio: puede costarte el puesto o ser motivo de halago. Eso sí, mientras, continúa la desigualdad…