Hace más de un año que Anna (Àgata Roca) y Juli (Pere Arquillué) se trasladaron al nuevo piso y todavía no han encontrado el momento para invitar a sus vecinos de arriba, Laura (Nora Navas) y Salva (Jordi Rico), de quienes tanta ayuda recibieron en su instalación. Pero esta noche, cuando Juli llega a casa, encuentra todo preparado para recibir con una cena informal a sus vecinos; cena de la que Anna ha evitado informarle previamente. La tensión que surge inmediatamente entre ellos al explicar Anna el motivo de esos preparativos desvela claramente que su matrimonio no funciona y que cualquier pequeñez puede provocar un conflicto. Además, Juli cree que sus vecinos son unos pesados –por no mencionar su indiscreción a la hora de practicar un sexo indecorosamente ruidoso–, pero es tarde para anular la cita. El matrimonio de arriba se revela próximo y sincero y no tarda en disculparse por sus clímax sexuales. Aquí salta la bomba y la comedia da un giro copernicano hacia lo tragicómico.
Cesc Gay, conocido por su exitosa carrera como autor y director cinematográfico, con títulos de culto gay como Krámpack y En la ciudad, se estrena con Els veïns de dalt como autor y director dramático. Y no oculta que la inspiración para esta historia la encontró cuando, en el piso de arriba de su propia casa, se instaló una familia muy parecida a la de Laura y Salva.
Puede decirse sin temor al error que la metamorfosis de cineasta a dramaturgo ha sido un éxito total y en todos los terrenos: tanto en el lenguaje estructural como en el escenográfico y en la dirección interpretativa, lo suyo es puro teatro. Y para ello ha contado con un gran equipo, empezando por Alejandro Andújar, que ha construido una escenografía capaz de acoger idealmente a un público que se siente partícipe de la velada, y acabando por unos inspirados intérpretes que, por su experiencia y savoir faire, dan absoluta verosimilitud a sus personajes: Arquillué al cínico e impertinente profesor de música, Roca a una frustrada ejecutiva, Rico al desacomplejadamente vital bombero, y Navas a una feliz psicóloga. Humor inteligente y constante, un grato entretenimiento del que conviene participar pasándose uno de estos días por el Romea.
Fotos: David Ruano
La obra El veïns de dalt se representa en el Teatre Romea (C/Hospital, 51) de Barcelona hasta el 17 de mayo.
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