Naturalidad, precisión, protocolos individualizados, dominio técnico y fórmulas magistrales son las claves de los nuevos tratamientos que las manos de la Doctora Purificación Espallargas, especialista en medicina estética, utilizan para corregir, sublimar y rejuvenecer. Una combinación de técnicas exclusivas realizadas con principios activos de la mejor calidad, sin trampas. “No se trata de infiltrar sustancias ni de realizar implantes en cadena; la tendencia es conseguir refrescar el rostro afinando cada facción, corrigiendo los defectos, sublimando lo bello y suavizando lo que no gusta; adaptando cada técnica y cada ingrediente a cada persona, como si de un traje a medida se tratara”, comenta la Dra. Espallargas. “Un rostro joven no tiene por qué ser perfecto. En la actualidad, la medicina estética aboga por técnicas bio, sin residuos ni lastres para el futuro, como ocurría en los 90. Hoy, la apuesta se llama naturalidad, reposición en vez de volumen, retoque cauto en vez de invasión evidente”. Toxina botulínica en sus diferentes versiones; peelings a la carta que se adaptan a la piel y los quehaceres cotidianos; ácido hialurónico de diferentes densidades capaces de reavivar la sonrisa, rellenar arrugas o redensificar la piel. Y todo con un solo objetivo: que el espejo nos devuelva una imagen renovada, joven y fresca, ni estridente ni distorsionada por las agujas.
1 / Labios, solo para tu boca
Las sonrisas de hoy se dibujan, redibujan y rejuvenecen bajo un nuevo término: evertir. Primero, hay que redibujar el labio y reposicionarlo, lo que se denomina evertir, infiltrando a través de cuatro puntos muy precisos, ácido hialurónico reabsorbible específico para mucosas con mucho movimiento. La aguja no pincha el labio, sino en el borde cutáneo. De manera que no se aporta volumen indeseado, sino que se perfila. Después, un suave peeling a base de ácido láctico exfolia suavemente las mucosas, las hidrata y les devuelve un tono fresco y sonrosado. En los labios maduros o muy deshidratados, son necesarias 3-4 sesiones de peeling, espaciadas cada 15 días. No duele. 100€ sesión
2 / No a las ojeras
Una técnica que atenúa la coloración oscura oxigenando el tejido y redensifica la piel. Combina la carboxiterapia y el peeling personalizado (a base de ácido mandélico), para terminar con una mascarilla de vitamina C. Dependiendo de la profundidad y pigmentación de la ojera, se necesitan entre 3 y 4 sesiones, espaciadas entre 2 y 4 semanas, según los casos. Si la ojera está muy marcada y el ojo está muy hundido por genética o por haber llevado gafas, lo adecuado sería poner hilos de polidolaxona para hacer que esa piel cree colágeno y disminuya la coloración, y unos toques de ácido hialurónico en el canto del ojo. La coloración oscura se logra atenuar en un gran porcentaje y, al hidratar, oxigenar e inducir la producción de colágeno y elastina, la piel se muestra más densa y tersa. Prácticamente indolora. 100€ sesión
3 / ¿Arruguitas? Exprésate sin complejos
La frente y la zona orbicular son las más sensibles a marcar las líneas de expresión. El botox, aplicado de forma que relaje y no congele (para no perder la naturalidad), no es la única solución. Los hilos tensores de polidolaxona ayudan a suavizar las arrugas frontales y orbiculares, y a levantar y remodelar la forma de la ceja en una única sesión. Desde 350€
4 / Por la barbilla
Con la edad, el mentón se eleva hacia la nariz, mientras que las mejillas descienden marcando el surco nasogeniano y la sonrisa de marioneta. Para recuperar el perfil mandibular y redefinir el óvalo facial, acentuando su masculinidad, se utiliza el ácido hialurónico, que se infiltra con cánula a través de solo dos puntos de entrada. No es doloroso y los resultados se observan de inmediato: nariz, barbilla y boca recuperan la armonía. 450€
LA PRECISIÓN Y LA CONFIANZA DE UNA MANO EXPERTA
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