Todo comienza cuando en 2002, en Chile, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) lanza OpusGay, un medio de prensa LGTB, administrador del dominio opusgay.cl. Este hecho parece que molestó, y mucho, al Opus Dei, que alega que las personas podrían confundirse y pensar que la institución fundada por Josemaría Escrivá de Balaguer financia al Movilh, ¡hasta ahí podíamos llegar!
Ante estos hechos, la prelatura del Opus Dei inició una demanda para apropiarse del dominio chileno y desligar su nombre de la asociación LGTB Movilh, dirigida por Gonzalo Velásquez.
En realidad, la publicación como tal ya no existe, se utilizó desde 2002 hasta 2012 para publicar la edición digital, pero desde entonces únicamente redirecciona a la web de Movilh.
Para iniciar la demanda por el dominio, el Opus Dei pagó a Nic Chile, una empresa encargada de gestionar los dominios, alrededor de 1000€, argumentando que el nombre OpusGay podría dar lugar a equívocos que relacionasen al Opus con la asociación LGTB, algo que no están dispuestos a que suceda.
Además, afirman que “el término Opus se encuentra indisolublemente ligado a la Prelatura (…) Por lo tanto, este juego de palabras que utiliza la asociación en el dominio no hace más que provocar confusión en las personas, que podrían equivocar ‘Opus Dei’ con ‘Opus Gay’, ya que tienen grado de semejanza casi absoluto”, algo que, aseguran, afecta sus derechos.
La defensa del Movilh, representada por elbogado Roberto Jorquera, explicó que Opus Dei y OpusGay tienen públicos y objetivos muy distintos y que nadie está confundido al respecto. También añadió que hay muchos dominios que parten con el vocablo Opus, sin generar confusión alguna ni temor por parte de la prelatura a ser relacionados.
Movilh recordó que “en el pasado, y con argumentos explícitamente homófobos, el Opus Dei impidió que inscribiéramos el nombre Opus Gay en el Departamento de Propiedad Industrial, ganando un juicio que tiñó de homofobia al Ministerio de Economía. Eran otros tiempos. Esperamos que no ocurra lo mismo con el dominio Opusgay.cl. Creemos que esta vez ganaremos la batalla”.
En 2002, la prelatura del Opus Dei había argumentado ante el Departamento de Propiedad Industrial que “nadie, o casi nadie, se siente enaltecido por ser relacionado con la homosexualidad. En general, socialmente constituye una afrenta o, al menos, un motivo de burla, que se cuestione o ponga en duda la feminidad o masculinidad de una persona”. Al mismo tiempo, instó al Departamento Industrial a «no dejarse llevar por la moda de aparentar ser liberal y tolerante, aceptando las excentricidades de un grupo por el solo hecho de pertenecer a una minoría”.
Parece ser que a día de hoy, y aunque la sociedad esté cambiando, la Iglesia católica e instituciones pertenecientes a la misma, como es el caso del Opus Dei, se niegan a abrir sus puertas a la tolerancia, y rechazan de manera abierta ser relacionados con la homosexualidad o que personas homosexuales puedan compartir sus mismas creencias y formen parte de su comunidad. Algo que os contábamos en este artículo: ¿Desde cuándo ser católico y gay está reñido?
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