En Israel, la gestación subrogada solo es legal para parejas heterosexuales –una medida que el parlamento estudia cambiar para incluir también a la comunidad LGTB–, por lo que las parejas gays y solteros que quieren tener un hijo se ven obligados a viajar al extranjero para cumplir su sueño de ser padres. Uno de los destinos más habituales para los israelíes es Nepal, que se recupera del devastador terremoto de 7’8 grados que asoló el país el pasado sábado 25 de abril y cuyo balance de muertos asciende ya a más de cinco mil.
El pasado martes 28 de abril, un avión aterrizó en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv procedente de Katmandú con 15 recién nacidos de vientres subrogados en las últimas seis semanas, un viaje con el que Israel completa el proceso de rescate de 26 bebés nacidos mediante reproducción asistida que estaban pendientes de ser evacuados. Muchos de ellos son hijos de parejas homosexuales que habían acudido al país gracias a la organización Tammuz International Surrogacy, que se ocupa de asistir a parejas y solteros israelíes y a sus madres subrogadas en Nepal.
Desde enero de 2014, Nepal es uno de los países de preferencia para las parejas gays que no tienen acceso a este tipo de reproducción asistida, por lo que el gobierno de Israel tiene previsto que muchas de las madres actualmente embarazadas puedan viajar al país lo antes posible para dar a luz.