Foto: Mano Martínez
El burlesque ya no es patrimonio exclusivo de mujeres que coquetean con el desnudo artístico. El ‘boylesque’ es un género en alza que cuenta ya con su propio festival, que se celebra anualmente en Viena.
El creador de este certamen es el artista Jacques Patriaque, que este año quiere que los artistas que participen reivindiquen a través de sus números la igualdad de sexos dentro del burlesque. Porque son cada vez más los amantes de este estilo que tienen claro que lo importante es la pasión que se transmita, no el género del intérprete.
Sergio Blanco es un pionero en nuestro país del boylesque, y es es el primer español que va a participar en el Boylesque Festival, cuya segunda edición se celebra el 15 de mayo en el teatro Stadtsaal de la capital austríaca. Este versátil bailarín, que ha participado en musicales como Hoy no me puedo levantar y 40. El musical, actualmente interpreta al Hombre del esmoquin azul en The Hole 2 –donde ha coincidido con el sexy cupido Nick Beyeler–. En el popular espectáculo, que continúa su triunfal gira por España, canta, baila, protagoniza un número de actrobacia aérea y también tiene la oportunidad de dar rienda suelta a su pasión por el burlesque.
Para su debut en la competición internacional de boylesque en Viena se ha creado un personaje al que ha llamado Máximo Chen. «Doña Máxima es el nombre de mi bisabuela», explica. «Me gusta llevar cerca a mis familiares de alguna manera, sea a través de mis tatuajes o de mi propio nombre artístico. Y el apellido es un homenaje a Manolita Chen, que con su Teatro Chino creó otra gran familia, que allanó el camino en España para que los artistas actuales lo tengamos un poco más fácil».
En su número de boylesque, titulado Heart of Stone, Sergio/Máximo combinará el próximo día 15 sensualidad y acroboacia, o lo que es lo mismo, fusionará un striptease con una rutina de cuerda vertical. «Durante el número, el personaje vive un auténtico romance con la cuerda, que le enamora, y literalmente se desnuda ante ella». Ojalá enamore también al jurado, y su artístico desnudo le sirva para coronarse en Viena como uno de los reyes del boylesque.