La mujer gestante, identificada en los medios por la inicial S, se sometió a un acuerdo de gestación subrogada por el que se comprometía a gestar el embrión de una pareja gay de hombres para después entregárselo a estos. Pero acabado el plazo, y habiendo dado a luz a una niña, se negó a entregar el bebé a sus padres, alegando que en el acuerdo inicial se pactó que ella sería la principal progenitora y encargada de su cuidado.
Algo que la pareja gay niega en redondo. El padre genético, conocido en los medios como H, dijo que el acuerdo era que él y su pareja gay, B, serían los padres del bebé, un embrión concebido con el semen de uno de los hombres, y ella solo sería la gestante, sin ningún derecho posterior en referencia al niño.
La técnica de gestación subrogada es legal en Reino Unido, sin embargo es un delito realizar contratos o pagar dinero a cambio de la contratación del vientre. Es decir, debe producirse de manera altruista por alguna persona que quiera llevarla a cabo para ayudar a los individuos que quieren ser padres. Una técnica que os contábamos en este artículo: La maternidad subrogada para familias gays.
Tras el litigio por ambas partes, la jueza Alison Russell ha decidido fallar a favor de la pareja de hombres, que finalmente pueden tener a su hija después de casi un año de espera.
Así lo expresaba ayer 6 de mayo en una sentencia donde declaraba: “El embarazo fue ideado con el propósito de que una pareja homosexual tuviera un hijo para formar una familia asistidos por una amiga. Esto fue aparentemente consentido por todas las partes en el momento en que el acuerdo fue realizado y la concepción fue llevada a cabo”.
Una resolución que da la custodia a la pareja de hombres, pero que además quiso apercibir a la mujer gestante. La jueza advirtió a S en varias ocasiones de que cesara en el uso de adjetivos despectivos hacia la comunidad gay, y la invitó a cambiar su mentalidad y su rechazo al estilo de vida homosexual.
Al parecer, los comentarios homófobos de esta sacaron de sus casillas a la jueza, que declaró: “Usó continuamente un lenguaje ofensivo, incluyendo imágenes estereotipadas y descripciones de hombres gays para retratar la pareja homosexual como una calamidad. Por ejemplo, insinuó en varias ocasiones que los hombres gays en sus relaciones se comportan de una forma desinhibida y que habitualmente son infieles sexualmente entre ellos. Como si este comportamiento fuera solamente propio de personas homosexuales”.
Ahora la niña pasará a vivir con sus padres legales gracias a esta sentencia. Ellos llevan esperando hacer este sueño realidad desde hace muchos años, tras un largo proceso, duro y costoso, y que además ha estado salpicado por este incidente. Un año de espera separados de su hija, con la que piensan recuperar el tiempo perdido.