Tal vez hayamos vuelto al Far West y no nos hayamos dado cuenta. A los tiempos donde se pedía la cabeza de delincuentes a partir de la emisión de carteles con su cara ofreciendo una recompensa. Pues bien, en el año 2015, en Kenia, el país que más porno gay busca a través de Internet, todavía nos encontramos situaciones parecidas.
Solo una diferencia, dada la homofobia extendida por el país africano: se trata de 12 activistas LGTB los que copan el periódico de mayor influencia en contenido político de la nación, de nombre Weekly Citizen. Con el añadido de que varios de ellos no se habían pronunciado abiertamente sobre su sexualidad, hecho que por supuesto, ha resultado indiferente. En un lugar donde las relaciones entre dos personas del mismo sexo son ilegales y penadas con hasta 14 años de cárcel, señalar así a estas personas solo puede conllevar consecuencias negativas. Según el portal Gay Star News, el diario no llama a la violencia dentro de sus páginas de forma explícita, pero poner cara a los que ellos consideran deshechos sociales parece suficiente para que a partir de ahora salgan a la calle con miedo.
Todos recordamos lo sucedido en Uganda, donde el activista gay David Kato fue asesinado poco después de que un periódico regional llevase su imagen a portada. “Si los homófobos buscaban objetivos, si la policía estaba buscando arrestarnos, si los jóvenes anti-gay buscaban atacar a algunos adolescentes que asumen ser gays, ahora tienen nombres y rostros”, se lamentaba Denis Nzioka, uno de los protagonistas. La cordura y los calificativos se agotaron hace tiempo.