Sophie Hyde: “Debemos derribar la idea de género”

La directora Sophie Hyde junto a la actriz Tilda Cobham-Hervey   Imponiéndose unas férreas normas de rodaje –rodar exclusivamente y de manera consecutiva los martes por la tarde durante un año–, la directora australiana Sophie Hyde quería explorar en su primer largometraje «la idea del cambio» al tiempo que forzaba los límites de la ficción. […]

8 junio, 2015
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Sophie Hyde: “Debemos derribar la idea de género”

La directora Sophie Hyde junto a la actriz Tilda Cobham-Hervey

 

Imponiéndose unas férreas normas de rodaje –rodar exclusivamente y de manera consecutiva los martes por la tarde durante un año–, la directora australiana Sophie Hyde quería explorar en su primer largometraje «la idea del cambio» al tiempo que forzaba los límites de la ficción. Por eso posó su mirada en una familia que debe asumir el reto de adaptarse al cambio de sexo de uno de sus componentes, James (Del Herbert-Jane), hasta ahora conocido como la madre de Billie (Tilda Cobham-Hervey), y que se ha decidido por fin a dar un paso que entiende como necesario para completar su identidad masculina.

Durante el tiempo que dura su transición, y consciente de que algo así no siempre es un camino de rosas, prefiere que su hija adolescente se traslade a vivir con su padre, y que sus encuentros se celebren únicamente una vez a la semana, los martes por la tarde. 

El resultado es 52 martes, una película narrada en clave documental que retrata la no siempre fácil relación entre Billie y James mientras este último trata de ajustarse a su nueva identidad. Una historia que pretende abrir los ojos del público a la realidad de los nuevos modelos de familia, y que se refuerza además con la propia experiencia de Herbert-Jane, intérprete transgénero que durante el rodaje de la película trabajó también para Hyde como asesor en materia LGTB. 

SHANGAY ⇒ ¿Por qué te inclinaste por una historia transgénero para tu debut en el largometraje?

SOPHIE HYDE ⇒ Decidimos hacer una película en la que dos personas se encontrarían cada martes y que rodaríamos únicamente durante esos días. Ese fue el punto de partida, los personajes y la historia vinieron después. Queríamos que los personajes encarnaran la «promesa del cambio» y sentíamos que una madre que está completando su proceso de transición para vivir completamente como es, es decir, como un hombre, personifica esta idea dramática del cambio. También era una oportunidad para explorarlo desde el reto de ser padre o madre, porque tienes que elegir cuánto de tu vida le revelas a tu hijo sobre tu identidad y si es apropiado o no. Eso significaba incorporar a un personaje adolescente, que también encarna esa promesa del cambio, y que tiene la oportunidad de conocer a su madre como adulto por primera vez. Creo que es algo a lo que todo el mundo se enfrenta en algún momento de su vida con sus padres, y a Billie le ocurre porque su madre decide revelarle su intimidad. Además, incluir conversaciones sobre el género era importante para mí, porque encuentro que la idea binaria de género es muy limitada, algo que debemos derribar.


«ENCUENTRO LA IDEA BINARIA DE GÉNERO MUY LIMITADA, ALGO QUE DEBEMOS DERRIBAR»


SHANGAY ⇒ ¿Cómo de importante fue el papel de Del Herbert-Jane como asesor sobre diversidad sexual?

SOPHIE HYDE ⇒ Fue crucial para mí personalmente y para el resto del equipo. El trabajo de investigación era importante. Escogimos hablar con personas que habían tenido diferentes experiencias de género, que se denominan queer o que se han mostrado disconformes con la idea tradicional, antes que hablar exclusivamente con gente como nuestro protagonista, que es un hombre transexual. Queríamos entender el amplio espectro de la diversidad de género para saber dónde encajaba nuestro protagonista y ser más específicos. Eso solo fue posible a medida que entendíamos las experiencias de estas personas. En ningún momento pensamos que teníamos que represantar a todo el colectivo. De hecho, Del es una persona muy diferente al papel que interpreta y no se identifica como él. No estábamos contando su historia en absoluto.

¿Cómo de importante fue contar con un asesor sobre la diversidad sexual? Pasa página

Sophie Hyde: “Debemos derribar la idea de género”

SHANGAY ⇒ Herbert-Jane se define como transgénero y no se identifica con la dicotomía clásica masculino-femenino. Vosotros habéis publicado una guía sobre los términos y usos de los pronombres especialmente pensada para que los medios de comunicación no cometan errores a la hora de hablar de 52 martes. ¿Era importante para ti enviar un mensaje divulgativo junto con la película?

SOPHIE HYDE ⇒ Cuanto más involucrados estábamos con la comunidad trans, más convencidos estábamos de que tenía que ser así. Nuestra idea detrás de la guía es que toda persona debe ser capaz de identificarse como quiera, y que por tanto no es tan difícil valorar esa posición y adaptar el lenguaje que más le ayude. A mucha gente no le gusta que le expliques el lenguaje que debe utilizar, lo cual es indicativo de lo desproporcionadas que pueden llegar a ser las reacciones ante alguien que toma una decisión sobre su género. Por alguna razón, hay gente que todavía se exalta, y eso es un reflejo de lo mucho que nuestras identidades están construidas en base a la idea tradicional de género. Cuestionar el género sigue siendo un reto para muchas personas y es algo vital porque deberíamos darnos cuenta de que nuestras rígidas ideas resultan insatisfactorias para mucha gente. 


«DEBERÍAMOS DARNOS CUENTA DE QUE NUESTRAS RÍGIDAS IDEAS SOBRE EL GÉNERO RESULTAN INSATISFACTORIAS PARA MUCHA GENTE»


SHANGAY ⇒ No es habitual encontrar películas que se centren en lo complejo y doloroso que pueden llegar a ser los tratamientos hormonales y la cirugía de reasignación. ¿Querías ser clara al respecto?

SOPHIE HYDE ⇒ No soy una experta en lo que se refiere a la transición médica, pero sé que para mucha gente en Australia el proceso ha sido muy medicalizado y, para mí, la parte más interesante de vivir con un género diferente al que se te ha asignado es la parte emocional. Aunque te identifiques como hombre, el proceso de vivir plenamente como tal es complejo, no solo por cómo te tratan los demás, sino por cómo te sientes contigo mismo y cómo determinas el «el tipo de hombre» que quieres ser. En Internet puedes encontrar un montón de gente explicando su proceso de transición física, pero yo no quería reducir la experiencia de James a un aspecto meramente físico y con el espectador como voyeur. Creo que el cine tiene la capacidad de mostrarnos aspectos de nuestra vida a los que no tenemos acceso por otras vías, a través de personajes con cuya experiencia empatizamos. Yo espero haberlo conseguido con un retrato desde dentro de una familia que atraviesa un momento difícil, y no como algo raro o extraño. 

SHANGAY ⇒ ¿Por qué escogiste el punto de vista de una adolescente?

SOPHIE HYDE ⇒ Al principio queríamos contar la historia desde ambos puntos de vista, pero durante el rodaje y el montaje nos fuimos desplazando a la perspectiva de la hija. Esto fue debido a muchas cosas, pero particularmente a que sentíamos que necesitábamos ver más que una serie de encuentros con su madre. Comenzamos a trabajar con Tilda, se mostró muy colaborativa y, al mismo tiempo, ella estaba experimentando muchos cambios como adolescente, así que nos parecía absurdo no cambiar el punto de vista para aprovechar eso. 

Sophie Hyde: “Debemos derribar la idea de género”

Los intérpretes Del Herbert-Jane y Tilda Cobham-Hervey en un momento de 52 martes.

 

SHANGAY ⇒ ¿Por qué era tan importante imponer la norma de rodar únicamente los martes por la tarde y de manera consecutiva?

SOPHIE HYDE ⇒ Poniendo esa clase de restricciones generas un espacio donde la creatividad fluye. Cuando existen reglas puedes oponer resistencia o incluso romperlas, pero la mayor parte del tiempo las sigues con el objetivo de descubrir una respuesta diferente. Además, sentíamos curiosidad por ver lo que saldría al rodar en tiempo real y consecutivamente, por ver qué efecto tendría sobre el público y sobre nuestro guion. ¿Sería algo perceptible? Nos interesaba la «promesa del cambio», el efecto que sentiríamos nosotros mismos durante el rodaje.

SHANGAY ⇒ ¿Hasta qué punto estaba el guion abierto a la improvisación?

SOPHIE HYDE ⇒ No improvisamos mucho. La única improvisación que hay en la película es cuando los adolescentes responden a las preguntas que se hacen cuando están en el almacén, e incluso esas preguntas las conocían con anterioridad. El elenco se ajustó al guion, pasamos mucho tiempo juntos ensayando varias veces a la semana, a menudo con el guionista delante, de modo que le podían sugerir cambios y giros que estuvimos escribiendo a lo largo del año. 

¿Fue difícil sacar adelante una película de este tipo? Pasa página

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SHANGAY ⇒ ¿Fue difícil sacar adelante un proyecto de bajo presupuesto y elenco amateur?

SOPHIE HYDE ⇒ El proyecto salió adelante gracias a una innovadora iniciativa cinematográfica gestionada por el gobierno local, The South Australian Film Corporation, dedicada a promocionar el trabajo de directores de la zona. Su idea era proporcionar un pequeño presupuesto para proyectos al margen del mercado tradicional, y animaban a presentar ideas interesantes fuera de lo convencional. Para nosotros suponía una oportunidad de sacar adelante un proyecto que difícilmente podríamos asumir de otro modo. Era una especie de experimento y oportunidad de ser rigurosos con nosotros mismos para entregarle algo original y genuino al público. 


«EL CINE TIENE LA CAPACIDAD DE MOSTRARNOS ASPECTOS DE NUESTRA VIDA A LOS QUE NO TENEMOS ACCESO POR OTRAS VÍAS»


SHANGAY ⇒ Billie descubre el sexo en dos dimensiones: como adolescente con sus compañeros de clase y como hija de un hombre transgénero. ¿Por qué decidiste que debía grabar todos sus pensamientos a cámara?

SOPHIE HYDE ⇒ Las grabaciones en vídeo de los adolescentes formaban parte de un proceso natural, como una manera de ser más consciente del cambio, tanto del suyo como de su madre. Los vídeos, que reflejan su estado emocional, se grabaron durante una sesión, pero los hemos repartido por todo el metraje. Indican que hay mucho más de lo que ella revela al exterior. 

SHANGAY ⇒ Tilda Cobham-Hervey cuenta que nunca había estado con un chico antes de participar en la película. ¿Cómo planteaste el contenido sexual?

SOPHIE HYDE ⇒ Sabíamos que el personaje de Billie tenía que explorar su identidad en general, y una parte importante de eso corresponde a la sexualidad. Pero nunca lo planteamos como algo explícito, sino como algo revelador, interesante y estimulante. Con Tilda nos tomamos las cosas con más calma que con cualquier otra actriz adulta. Las conversaciones entre los adolescentes y sus padres en la ficción eran una parte importante para nosotros, y queríamos que fuera algo cómodo.  

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