“Estoy segura de nosotras, y no quiero esconderlo nunca más”. Con esta rotundidad se presenta en sociedad el primer anuncio homosexual de La India. Y se trata de un hecho histórico porque no es preciso ni preguntarse si en el país de Gandhi existe la libertad e igualdad sexual. Su conservadora sociedad rechaza a las personas que se sienten atraídas por aquellas de su mismo sexo.
Es más, la homosexualidad, considerada como acción dirigida “contra el orden natural”, obliga a todos aquellos mayores de edad que la practiquen a hacerlo en el estricto anonimato. De lo contario, serían perseguidos. Hasta el año 2009, este tipo de relaciones se encontraban penalizadas debido al artículo 377 del Código Penal hindú, derivado de una antigua ley británica, que establecía diez años de cárcel para “aquel que mantenga un coito carnal voluntariamente contra el orden de la naturaleza con cualquier hombre, mujer o animal”.
El 2 de julio de ese mismo año, un fallo revolucionario en la Corte Suprema de Nueva Delhi derogaba esta sección del Código Penal, al considerar que no podían catalogarse de ilegales las relaciones homosexuales entre dos adultos, teniendo que respetar su dignidad. En 2013, tras una maratoniana apelación, la Corte Suprema de la India revertía la situación, retrocediendo cual cangrejo en materia de igualdad.
De ahí que este anuncio, donde dos mujeres se muestran nerviosas ante su presentación en sociedad como pareja, pueda ser catalogado como acontecimiento histórico. El vídeo se ha convertido en un fenómeno viral, señal de aceptación y de cambio. Veremos.
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