Un 33%. Ese es el dato estremecedor que el diario El Mundo lleva a su portada y que hace referencia al aumento de casos de VIH en Europa entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Lejos de reducirse, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) publica en una guía que es el único colectivo donde no se ha reducido la incidencia desde el año 2004.
En los documentos, ofrecidos para intentar frenar estas cifras estremecedoras, alertan de un cambio de estrategia para prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Un enfoque distinto a la hora de relacionar el diagnóstico con las campañas de prevención están en el punto de mira.
Como también lo está Europa, responsable del 42% de los nuevos casos de VIH entre el colectivo gay. Además, también monopoliza otras infecciones como la sífilis, con un 58%.
La guía aporta también un análisis de cómo han de ser las prácticas de salud pública para evitar las infecciones, así como consejos sobre qué hacer si has contraído VIH a través de HSH. La vacunación contra la hepatitis A y B y no perder de vista la del virus del papiloma humano se antojan prioritarias. Junto a ello, una mayor accesibilidad a los métodos anticonceptivos y el diagnóstico. Lo ideal, una combinación de todos estos factores.
No conviene obviar la reducción presupuestaria que muchos países han llevado a cabo en materia de sanidad, y que ha obligado a concentrar las actuaciones sobre enfermedades que derivan en grupos con mayor riesgo de contagio. Como consecuencia, el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vitenis Andriukaitis, hacía hincapié en que los HSH son “el principal grupo de riesgo frente al VIH/sida, por lo que es necesario ‘identificar’ los medios que hay disponibles para prevenir nuevos contagios y reducir el estigma que todavía rodea a esta enfermedad”. Y un último deseo: “Espero que los estados miembros hagan un buen uso de esta evidencia para detener la propagación del VIH”. Nosotros también.