“Siempre me he preguntado, ¿qué puedo hacer para mejorar mi cuerpo?”. A Kevin Love, jugador de los Cleveland Cavaliers, se le ha metido entre ceja y ceja hacernos disfrutar con sus 208 centímetros de cuerpo para el pecado. Su último regalo llega en forma de reportaje como protagonista del mítico Body Issue de la ESPN, donde posa desnudo solo con tan solo un balón de baloncesto.
Pero Love no siempre estuvo tan definido. Antes era más el prototipo de fofisano que no se preocupa tanto por estar en forma y sí por amasar kilos de robustez. En un par de años ha perdido 13, y ha sustituido las comidas copiosas por yoga y pilates.
“Juego dentro, y tengo que enfrentarme a rivales más grandes, más rápidos y más fuertes que yo, por lo que estoy añadiendo nuevos aspectos a mi juego. Trato cada día de ganar en velocidad y tener mis piernas lo más frescas posibles. Estoy en forma y estoy concentrado”, explica. Una lesión de hombro le ha lastrado los últimos meses de competición, algo que supo ver como una oportunidad para mejorar.
No obstante, no tiene intención de seguir adelgazando. Falta no le hace. Bastará con ver si su abdomen sirve para lavar ropa sobre él. Juraríamos que sí.