Meses antes de que Madonna estrenará su último álbum, Rebel Heart, la artista era víctima de la filtración de la maqueta en la red, algo que ocurría en noviembre de 2014 y que os contábamos en este artículo. Una filtración que desató la polémica y la ira de Madonna, quien confesó sentirse violada artísticamente hablando.
El acusado de filtrar esta maqueta y otras canciones es Adi Lederman, un israelí de 39 años que fue detenido el pasado enero y pasó a disposición judicial en febrero. Está acusado de allanamiento de ordenador, de infringir la privacidad de ordenadores personales ajenos, violar el copyright de las canciones, obstruir la investigación policial y acceder a iclouds privados de la cantante. Filtraciones que además obligaron a Madonna a cambiar su calendario de lanzamiento, gira y promociones, adelantando todo para que las repercusiones de las filtraciones fueran más leves.
La cantante se mostró satisfecha con la detención del autor de los hechos. Ahora, un juez de Tel Aviv le ha condenado a 14 meses de prisión y a pagar una indemnización de 4.000 dólares, una cantidad irrisoria para la cantante, aunque no debemos olvidar la pena de cárcel que le han impuesto al filtrador.