PANTALÓN PUNTO: BERSHKA
Fue cocinero antes que fraile. O mejor, modelo antes que actor. Con lo cual a nadie le sorprenderá que se le vea tan en su salsa en estas páginas como cuando aparece en una serie o una película. “Es que de jovencito hice mucha moda”. Lo de ‘jovencito’ lo tendrá que aclarar, dado que ahora tiene 24 años. “Hasta los catorce… Pero acabé aborreciéndola. Viene bien porque aprendes sobre tu imagen, haces reportajes chulos y los guardas como recuerdo, pero no habría querido seguir”. Es evidente que habría podido, pero no quiso. “Es que empecé a los nueve. Una amiga de mi madre, modelo, le decía ‘Qué niño tan mono’. Llevó unas fotos mías a una agencia de publicidad y así empezó todo. Me gustaba, era algo diferente para mí, pero según pasaron los años me fui decantando por la interpretación”.
CHAQUETA DE PUNTO: FRANKLIN & MARSHALL
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CHAQUETÓN: PHILLIPP PLEIN
Debutó en la serie Ke no! cuando arrancaba Cuatro, en 2005. “Menudo pieza estaba hecho con dieciséis años. Encima, me pedían que trabajara como una persona mayor, cuando no era ni consciente de lo que hacía”. De lo que se fue dando cuenta era de que le gustaba aquello, y no por la popularidad que conlleva, que a día de hoy sigue sin llamarle la atención. “Lo que me atraía, y me atrae, es convertirme en personas que no son Joel. Y aprender de los personajes que hago. Cuando me toca uno muy malo, reflexiono, y me esfuerzo por portarme en mi vida lo mejor posible con los demás. Interpretar a un tartamudo [en la serie La pecera de Eva] me hizo darme cuenta de que podré reírme con un tartamudo, pero nunca de él”.
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CHAQUETA PUNTO: CLOSED
CALZONCILLO LARGO: JOCKEY
Es en televisión donde más ha trabajado hasta el momento; series como Tierra de lobos y miniseries como El castigo le han dado esa popularidad que rehúye. Y en ocasiones le han obligado a enseñar cuerpo por exigencias del guion… o no. “Siempre decía que me desnudaría si la escena lo requería, pero me di cuenta pronto de que incluso si la quitada de camiseta era gratuita tendría que hacerla: hay que pagar las facturas. Pero no me ha tocado tantas veces, porque tampoco he interpretado a ningún guaperas”. Por si acaso, se prepara a conciencia en el gimnasio desde que lo ficharon para Tierra de lobos. “Cuando vi los cuerpazos que tenían muchos de los tíos de la serie me dije ‘¡Yo no voy a ser menos!”. Siempre había hecho deporte pero nunca pesas, que no le gustan, aunque está claro que las horas que les dedica dan su fruto. Y está listo por si llegan más desnudos, aunque tampoco le apetezcan. “Soy bastante pudoroso”, confiesa. Resulta que, además, se lo tiene poco creído (“demasiado poco”). Y lo que le obsesiona es trabajar sin parar. Tiene a punto de estreno la película Por un puñado de besos de David Menkes, y compagina la grabación de la serie Víctor Ros para La 1 con el rodaje de Perdona si te llamo amor, basada en la novela de Federico Moccia que dirige Joaquín Llamas, así que no se queja. Ni se lo cree. “Me consideraré actor cuando tenga ochenta años y haya logrado vivir de esto”.