Kiev, Moscú, Jerusalén y, ahora, Vilna. La capital de Lituania se une a la preligrosa moda del experimento de la pareja gay que se pasea sin complejos por países donde la homosexualidad no es aceptada de buen grado.
No obstante, y comparando con otros paseos de los que nos hemos hecho eco, podemos observar que en la ciudad ex soviética son más respetuosos. En Lituania, pese a que las uniones civiles entre personas del mismo sexo no están permitidas, la homosexualidad está despenalizada desde 1993 y desde 2010 cuenta con celebración propia del Orgullo Gay. Poco más que añadir, solo comtemplar cómo fueron tratados.