La iglesia del pastor Chris Ayers, conocida por su incondicional apoyo a la comunidad LGTB, en Charlotte, Carolina del Norte, sufría el pasado 20 de agosto un ataque homófobo, que consistió en pintadas e insultos a los homosexuales.
Además de tachar los carteles de la puerta principal de la Iglesia de Wedgewood, donde se puede leer “igualdad LGBT”, también escribieron feas acusaciones como “fags are pedos” (los maricones son pedófilos).
Chris Ayers, el pastor de la iglesia, comentaba lo sucedido: “mi corazón está con todos mis amigos de la comunidad LGBT, cuyos corazones me han traspasado muchas veces”, escribía en Facebook. “No me puedo imaginar de dónde viene tanto todo dolor y rechazo”.
Pero Ayers no estaba dispuesto a dejar su iglesia así, así que decidió que la mejor forma de tapar esas pintadas era con una buena capa de pintura, y qué mejor forma de plantarles cara que pintando su iglesia con los colores del arcoíris.
“Ningunas pintadas con aerosol nos detendrán”, aseguró el pastor.
Esta no es la primera vez que la iglesia ha sido objeto de vandalismo homófobo. Hace 7 años las palabras de la entrada principal fueron cambiadas para que se pudiera leer: “Una iglesia de lesbianas”.